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"Sólo la mitad de la ayuda llega a Afganistán"

 El ministro afgano de Rehabilitación Rural y Desarrollo, Mohamed Ehsan Zia, defiende cambios en la estrategia militar y de cooperación internacional durante una entrevista en Madrid

MAR CENTENERA

Las guerras de las grandes potencias mundiales por el control de Afganistán han sumido al país en la más absoluta pobreza. La población afgana ha pagado los platos rotos por vivir en una localización privilegiada, la puerta de salida de las reservas energéticas del mar Caspio. Desde el Ministerio de Reconstrucción Rural y Desarrollo de Afganistán, Mohamed Ehsan Zia tiene la misión de hacer llegar el agua potable a todos los hogares del país, generalizar la cobertura sanitaria, reducir la elevada tasa de analfabetismo... Pero mejorar las condiciones de vida de la sociedad afgana es una carrera llena de obstáculos, reconoce en su último día de visita oficial a Madrid.

«El opio ha traído inseguridad, adicción y pobreza a Afganistán»

La ONU advierte que la muerte de más de 2.000 civiles en 2008 pone a la población afgana en contra de las tropas extranjeras. ¿Empeorará la situación con las 17.000 nuevas tropas de EEUU? ¿Afectará a la reconstrucción?

Para evitar muertes de civiles, la guerra contra el terrorismo no tiene que realizarse en las aldeas afganas, sino en los santuarios talibanes, cerca de la frontera con Pakistán. Aún así, en una guerra las bajas civiles son difíciles de evitar.

¿Se necesitan más tropas?

«Badghis está mejorando mucho gracias a la ayuda española»

Debería prestarse más atención al desarrollo, pero el gasto militar debería destinarse sobre todo al desarrollo de las fuerzas afganas, que están mal equipadas y su número es insuficiente. Y, además, son mucho más baratas que lasextranjeras.

En Pakistán han aceptado la ley islámica para pacificar el Valle del Swat. ¿Es una opción en Afganistán?

No. Es la tercera vez que Pakistán firma un acuerdo de paz con los talibanes pero no existe la garantía de que la violencia cese del todo. El Gobierno ha ofrecido a los talibanes un diálogo de paz dentro del marco de la Constitución y no aceptaremos nada fuera de ella.

Obama está diseñando una nueva estrategia. ¿Qué cambio es más urgente?

Lo más importante es que cambie el sistema de la ONU y que los fondos de desarrollo no se distribuyan a través de agencias internacionales sino del Gobierno afgano. Así, aceleraremos el desarrollo, aumentaremos la confianza de los afganos en el Gobierno y mejoraremos las condiciones de vida.

Pero la credibilidad del Gobierno afgano se ha visto afectada por los escándalos de corrupción.

Estamos tomando medidas para intentar evitarlo pero llevará tiempo liberar a Afganistán de la corrupción. El Gobierno aún es bastante débil, tiene que invertirse más para fortalecerlo y así reducir el riesgo. Un cambio de estrategia permitiría hacerlo y crearía oportunidades laborales porque reduciría el número de profesionales extranjeros trabajando aquí.

¿Están justificados los altos sueldos de los extranjeros?

No. No necesitamos tantas organizaciones extranjeras, tantos consultores. Tienen salarios muy altos, que pueden ser 200 veces superiores a los de un afgano, por motivos de seguridad. Además, tienen que descansar una semana de forma obligatoria cada seis y si salen del país reciben 1.500 dólares. Esto tiene que acabar.

El presidente de la Agencia de Coordinación para la Ayuda Afgana critica también las múltiples subcontrataciones de los proyectos, en las que se pierde mucho dinero.

Es cierto. Es uno de los motivos por los que entre el 40% y el 50% de la ayuda internacional no llega a Afganistán. Las grandes compañías internacionales obtienen un contrato de 100 millones de dólares para construir infraestructuras y lo subcontratan a compañías más pequeñas de otros países o a una ONG, que a su vez lo subcontrata a una compañía afgana que lo subcontrata a otra. Al final resulta que el trabajo lo hacen afganos, pero los beneficios se los quedan las empresas extranjeras.

¿Hay excepciones?

La cooperación de los países escandinavos, o la de España. Trabajan con personal local, es más efectivo. Badghis está mejorando mucho gracias a la cooperación española. Han rehabilitado el hospital provincial y han dotado de agua potable a la ciudad de Qala I Nao. Estamos muy agradecidos también por los nuevos seis millones de euros prometidos por España para construir una escuela de capacitación agraria.

Pero falta personal médico

Ese es un problema nuestro, no de la cooperación. Nos faltan médicos, profesores, técnicos. Estamos formándolos.

El 80% de la población afgana depende de la agricultura, pero ha recibido menos del 5% de los fondos de reconstrucción. ¿Por qué?

Había centenares de otras prioridades. Las aldeas necesitaban puentes, carreteras para poder transportar las cosechas y las mercancías fuera de los pueblos, se necesitaba agua potable...

¿Hay prioridades más importantes que el derecho a la alimentación? Casi la mitad de la población afgana sufre malnutrición.

La agricultura en Afganistán se ha descuidado en los últimos años por la falta de atención de los países donantes y la debilidad de nuestro Ministerio de Agricultura. Pero ahora ha cambiado. En la Conferencia de París (2008), el presidente Hamid Karzai dijo que la agricultura iba a ser la prioridad número uno.

Muchos agricultores han substituido los cultivos tradicionales por opio, mucho más rentable.

El negocio del narcotráfico mueve 10.000 millones de dólares en Afganistán pero tiene un impacto muy negativo. Ha traído inseguridad, adicción y pobreza.

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