MNAC exhibe la primera exposición antológica dedicada al surrealista Tanguy

Más de 250 obras ilustran desde hoy en el MNAC la trayectoria artística de Yves Tanguy, en la primera exposición antológica que se organiza en España sobre una de las figuras más destacadas del movimiento surrealista.

Pintor autodidacta y uno de los integrantes del círculo surrealista más próximo a Breton, Yves Tanguy (París, 1900-Woodbury, Connecticut, 1955) inició su carrera en Francia pero su consagración como artista tuvo lugar en EEUU, a donde se exilió en 1939 y donde vivió hasta su muerte.

De su producción pictórica, la más relevante, se exhiben unas cincuenta pinturas, desde las primeras obras postcubistas y expresionistas de 1924, cuando Tanguy apenas había empezado a pintar sin formación previa, hasta el óleo "Multiplicación de los arcos" (1955), que realizó pocas semanas antes de morir.

El comisario de la muestra, André Cariou, director del Museo de Bellas Artes de Quimper, ha subrayado que "en sus paisajes irreales, que ante todo son mentales, la tierra, el mar y el cielo no se separan nunca, y en ellos el artista sitúa formas a medio camino entre lo vegetal y lo mineral".

En la exposición se puede ver también una importante selección de la obra gráfica de Tanguy, menos conocida y en algunos casos inédita, que incluye desde los dibujos automáticos de los años 20 hasta los grandes estudios de la década de 1950, pasando por los dibujos eróticos y los pequeños 'gouaches'.

Entre la selección de obra sobre papel se exhibe un amplio conjunto de "cadáveres exquisitos", creaciones inventadas por el movimiento surrealista que son fruto de un juego que consistía en construir dibujos entre diferentes personas, sin que ninguna de ellas tuviera en cuenta lo que los demás había dibujado previamente.

Completan la muestra una selección de libros y catálogos de la época con la obra grabada de Tanguy, así como fotografías originales, que en algunos casos habían permanecido hasta ahora en manos privadas y que evocan las diferentes etapas de la vida del pintor.

Cariou ha señalado que Tanguy estuvo en una ocasión en Barcelona, en un viaje en barco que hizo desde EEUU a Italia, con escala en la capital catalana, que aprovechó para ver la obra de Gaudí y encontrarse con Joan Miró, a quien, por tener la dirección equivocada, no pudo ver hasta el final del día en el mismo puerto en un encuentro casi surrealista.

El comisario ha recordado que "no es extraño que se trate de la primera antológica en España, pues aquí sólo hay cuatro pinturas de Tanguy, y en Francia, donde se hizo la última gran exposición hace 25 años, se conservan siete pinturas del pintor".

Tanguy, comenta Cariou, era "una persona muy secreta, que rechazó hablar de su pintura y realizó unas trescientas pinturas en su corta vida artística, pues murió con 55 años".

La exposición de Tanguy se completa con otra retrospectiva que ofrece una aproximación de lo que fue el objeto catalán surrealista, ilustrado con cuarenta piezas de Miró, Dalí, Leandre Cristòfol, Ángel Ferrant, Antoni Clavé o Eudald Serra.

Elena Llorens, responsable de esta exposición complementaria, ha explicado que "aquí se hacen visibles los diferentes acentos que caracterizaron el arte objetual catalán: objetos surrealistas de Dalí como "Teléfono-langosta" o "Busto de mujer retrospectivo", esculturas-objetos de Miró, objetos líricos de Cristòfol, objetos encontrados de Ferrant, "assemblages" de Marinel·lo, Sans, Serra y Clavé, y esculturas surrealistas de Lamolla.