Este artículo se publicó hace 15 años.
La moda acapara la atención en una reunión del Parlamento chino
Para algunos delegados, la reunión anual del Parlamento chino suele ser una pasarela de moda además de un debate sobre asuntos de estado.
Los que más toque de color aportan al grupo son las minorías étnicas, que normalmente se rodean de periodistas para que les fotografíen y para hacerse fotos con ellos.
También hay actores, escritores y artistas, muchos de los cuales vestidos a la última moda, burócratas, algunos vestidos con trajes cuyos cortes son imposibles de definir y otros que dan un aire de carnaval al evento.
Los 55 grupos de minorías étnicas chinos están representados en la reunión, desde mongoles y coreanos hasta los uigures musulmanes y los oroqen, y casi todos llegan vestidos con su indumentaria tradicional.
Eso puede implicar ver resplandecientes blusas de seda, tintineantes tocados plateados, sombreros voluptuosos de piel o elegantes y complicados bordados, que no son necesariamente sus atuendos diarios.
"Este es un típico vestido manchú. Yo lo diseñé, aunque solo lo llevo para los grandes encuentros", dijo Na Hui, manchú de la fría provincia de Heilongjiang, vestida con un traje de seda ajustado en tono rojo brillante con lentejuelas verdes.
Pero Liu Qiaoying, una bouyei de Guizhou, dijo que llevaba puesta su ropa de diario al parlamento, cuya sesión acaba el viernes este año.
"Esto es normal para mí", afirmó Liu, con un tocado de color lavanda y un top del mismo color atado por encima de una blusa de color crema.
Xu Xiangdong, de la etnia va que vive en la provincia de Yunnan, fronteriza con Myanmar, también insistió en que no llevaba puesto nada fuera de lo normal, lo que incluía unas conchas cosidas a su chaqueta de color magenta y un tocado.
"Estoy contento de que la gente quiera hacerme una foto", dijo Xu. "No me han hecho tantas fotos este año", añadió.
Desde luego, también hay mal gusto dentro de la moda, como permanentes, pelo teñido de formas raras, pelucas colocadas de manera descuidada, gafas de sol con tintes raros y trajes de talla incorrecta.
Una delegada de una de las minorías étnicas había cortado el ala de un sobrero naranja de plástico y puesto en su lugar una de piel, y debajo de un top que de otro modo habría sido bonito se había puesto un chándal.
Pero no sólo destacan los trajes de las minorías.
Miembros del grupo artístico y literario, consejeros de los encargados de la ceremonia, en el que están cantantes, escritores, pintores, directores de cine y otros artistas, son probablemente los más llamativos.
La actriz Ni Ping hizo que la gente se diera la vuelta cuando llegó vestida de manera descuidada, pero aún así a la moda con vaqueros anchos, zapatos de cuero negro, pañuelo y chaqueta.
"¿No crees que es un poco masculino?", dijo a Reuters al ser piropeada tras dejar de hablar por teléfono.
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