Vicente del Bosque prometió continuidad cuando sucedió a Luis Aragonés como seleccionador de España después de ganar la Eurocopa de 2008 y el tranquilo entrenador de 59 años ha cumplido de sobra con esa promesa en términos de resultados.

Con Del Bosque, los campeones de Europa han logrado 22 victorias en 23 partidos, incluyendo las 10 victorias que lograron en los 10 partidos de la fase de clasificación para el Mundial.

Sin embargo, mientras el combativo Aragonés estaba a favor de un estilo de juego descarado y trataba de provocar a sus jugadores para inspirarles, Del Bosque es más como una figura paterna, que busca sosegadamente lo mejor de un equipo tan talentoso.

La única mancha que hay en el historial de España bajo su mando es la derrota que sufrió por 2-0 ante Estados Unidos en la Copa Confederaciones del año pasado, pero muy pocos apuestan a que los campeones de Europa no consigan llegar al menos hasta las semifinales en Sudáfrica.

"Ha sabido administrar sabiamente el legado de su antecesor", escribió la revista española Don Balón en septiembre sobre el ex jugador y ex técnico madridista.

Según el diario Marca, sus virtudes son "la honestidad, la disciplina, una fuerte ética y la serenidad".

Del Bosque aprendió una importante lección de su padre, trabajador ferroviario, según el diario deportivo: "La moderación cuando llegan tanto el éxito como el fracaso".

A pesar de ser un hombre del Real Madrid hasta la médula, Del Bosque no ha permitido que la fidelidad al club donde se formó y con el que ganó dos Ligas de Campeones y dos títulos de Liga le influya en su actitud a la hora de entrenar a la selección.

Ha demostrado ser capaz de sacar el mejor partido de los jugadores del Real Madrid, como el capitán Iker Casillas o el lateral derecho Sergio Ramos, así como de otros jugadores clave del equipo, como Xavi, Andrés Iniesta o Carles Puyol, que juegan en el Barça, máximo rival del Real Madrid.

y no sólo del Real Madrid.