Molina cree que unificar la acción cultural en el exterior "es una urgencia"

El ministro de Cultura, César Antonio Molina, consideró hoy que unificar la acción cultural en el exterior es "una urgencia que reclaman nuestros interlocutores naturales", y calificó de "absurdo" que no exista una coordinación "única", liderada por su Ministerio, en este sentido.

Molina, durante su participación en los desayunos informativos de Europa Press, respondía así al ser preguntado por si la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y el Instituto Cervantes deberían depender del Ministerio de Cultura y no de Exteriores.

Esta propuesta es defendida por el PP, que considera "imprescindible" que el Ministerio de Cultura asuma el control de ambos organismos.

Según Molina, el Ministerio de Cultura es "el único" que es diferente "para el exterior y para el interior", y se mostró convencido de que este problema "debe resolverse".

Consideró que esa unificación es "una urgencia" reclamada por los interlocutores culturales naturales, "confusos por la marea de siglas que mueve nuestra acción cultural en el exterior, y que oscurece todos los esfuerzos realizados desde los diferentes ámbitos", y precisó que la cultura "es una y única".

Afirmó que todos los ministros nombran a sus consejeros menos el de Cultura, "que es el único que no nombra a su consejero correspondiente", y puso de manifiesto que incluso la Secretaría de Cooperación Exterior, "por debajo de un ministro", nombra a su representante de cooperación en las embajadas.

No obstante, aseguró que mantiene una "extraordinaria" relación con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y precisó que ha hablado "varias veces" con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre esta cuestión, aunque precisó que como es un "tema menor", no es conveniente plantearlo en términos de "conflicto", sino de una forma "racional".

Por este motivo, opinó que, "en algún momento", Exteriores y Cultura deberán sacar "una declaración conjunta de actuación en el exterior".

Para el responsable de Cultura, la Sociedad General de Autores (SGAE) cuando se cuela en las bodas para vigilar el uso de música no autorizada lo hará pensando que "defiende los intereses de sus asociados, que son personas que viven de su trabajo, igual que cualquier otra empresa de carácter privado".

Recordó que la SGAE es una sociedad legal privada que no depende del Ministerio y que, como tal, si hace las cosas mal "pues la llevarán a los juzgados y ganará o perderá", señaló que todas las sociedades de gestión están fiscalizadas por el Ministerio y las CCAA, y precisó que Cultura pidió un informe en este sentido a Administraciones Públicas "que se hará público muy pronto" y en el que "en principio no hay la más mínima duda sobre su actuación".

Molina calificó de "grave error" la consideración de que el cine español no funciona, y animó a combatir "la imagen tergiversada" que se ha creado en España del cine español, con un "gran prestigio exterior" en el resto del mundo.

Asimismo, se mostró esperanzado en que el colectivo de guionistas no vaya finalmente a la huelga, aseguró que sus reivindicaciones han sido oídas en la Ley del Cine, y estimó que sus peticiones son más bien "de carácter laboral", por lo que señaló que contarán con el apoyo del Ministerio, "aunque tienen que tener en cuenta que no somos el Ministerio de Trabajo".

Preguntado por Barceló y su cúpula del edificio de la ONU, el ministro consideró que España "debería estar orgullosa de contar con un artista como él, que nos representa en todo el mundo", y destacó la necesidad de reivindicar más a los artistas españoles, como Picasso -utilizado por Francia durante su Presidencia de la UE-.

Molina se mostró "absolutamente de acuerdo" con la elección del belga Gérard Mortier como director artístico del Teatro Real, y consideró que colocará al Real "en el epicentro del mundo de la escena".