Este artículo se publicó hace 16 años.
Montignac vincula la obesidad infantil con la lactancia artificial
El profesor Michel Montignac vinculó hoy la "pandemia" de obesidad infantil con una alimentación inadecuada de la madre durante el embarazo, con la lactancia artificial y con el consumo de productos industriales que tienen un índice glucémico "muy elevado".
Este gurú francés de renombre internacional en cuestiones de dietética y que presume de no ser médico, presentó hoy en una rueda de prensa su último libro "Prevenir y combatir la obesidad en el niño con el método Montignac".
En el mismo acto, Julio Basulto, coordinador del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, desaconsejó la obra por estar cargada de "graves errores" lesivos para la salud de los niños, que asoció con las "dietas milagro".
Entre ellos, criticó que no insiste en la necesidad "crucial" de hacer deporte, que obvia la importancia de una dieta pobre en proteínas animales y que toma como referente para adelgazar el índice glucémico "cuando los estamentos científicos dicen que no hay estudios que certifiquen esto".
Montignac es partidario de comer sin reparar en cantidades o calorías pero sí en el elevado índice glucémico de algunos alimentos que aumentan rápidamente el nivel de glucosa en sangre, con lo que el organismo segrega insulina en grandes cantidades que las células no pueden quemar, el metabolismo de las grasas se activa y comienza a almacenarse en las células del tejido adiposo.
Recordó que en los últimos cuarenta años la proporción de niños obesos se ha multiplicado por cinco en los países occidentales y que en los Estados Unidos se duplica cada cinco años.
"Estos datos demuestran hasta qué punto el seguimiento de las recomendaciones oficiales se ha saldado con estrepitosos fracasos", señaló, para subrayar que en España el 21,4 por ciento de los niños entre 5 y 9 años tiene sobrepeso y un 15,38 por ciento es obeso.
A su juicio, esta situación no es consecuencia de un consumo calórico excesivo ni del sedentarismo "como pretenden hacernos creer algunos", matizó.
Montignac apeló a estudios científicos que proponen que el consumo de alimentos con un índice glucémico elevado a lo largo del embarazo de la mujer predispone a los bebés a la obesidad.
Sostuvo que el aumento de la lactancia artificial favorece este problema porque la leche de vaca tiene unas proteínas de naturaleza distintas a las de la madre y el bebé no está "genéticamente preparado para recibir una leche diferente de la de su especie".
El experto esgrimió que "hay tres veces más cantidad de proteínas en la leche de vaca que en la de la mujer" lo que contribuye al sobrepeso desde la infancia.
El tercer punto que denunció es la "diversificación alimentaria demasiado precoz" que se inicia a los cuatro meses cuando, según su criterio, debería comenzar a partir de los seis.
Concluyó que el factor que determina la obesidad en la población infantil es "el consumo excesivo de proteínas de dos a tres veces más de las necesarias" y explicó que las procedentes de lácteos que toman en abundancia los niños "tienen efectos perversos para la salud porque producen hiperinsulinismo".
Montignac incluye una lista completa en su trabajo sobre alimentación industrial fabricada a base de productos de índice glucémico altísimo y con un elevado contenido en proteínas lácteas.
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