Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Mossos desarticulan un clan familiar que vendía cocaína en la Zona Franca
Los Mossos d'Esquadra han detenido a 18 personas en una de sus mayores operaciones antidroga, que ha permitido desarticular uno de los clanes familiares que lideraba la venta de cocaína a pequeña escala en el barrio de la Marina, en la Zona Franca de Barcelona.
El clan familiar desarticulado vendía desde pisos que disponían de altas medias de seguridad situados en ese barrio, considerado por la policía como el epicentro de la venta de droga de la capital catalana, una media de unas 200 dosis diarias de cocaína, a un precio de 30 euros la dosis de medio gramos y 60 euros el gramo.
En el piso donde vivían los cinco dirigentes de este clan familiar se ha encontrado 1.068.000 euros en efectivo, lo que, según ha explicado hoy en rueda de prensa el inspector Josep Lluís Trapero, jefe de la unidad de investigación criminal, demuestra que este tipo de bandas había acumulado a lo largo de los años una gran sensación de impunidad.
Para poder desarticular esta organización, los Mossos han llevado a cabo un amplio dispositivo policial, poco habitual en la lucha contra los pequeños traficantes, precisamente para dar un golpe a este tipo de bandas y acabar con esa impunidad.
Durante los nueve meses que ha durado la investigación, los agentes han constatado que la red estaba perfectamente estructurada, ya que la cúpula tomaba decisiones y compraba la cocaína; un segundo escalafón supervisaba los puntos de venta y su aprovisionamiento; mientras que un tercero vigilaba el entorno y buscaba clientes.
En la operación, los Mossos han recuperado 4,8 kilos de cocaína, que vendida en pequeñas dosis habría tenido un valor de 288.000 euros. Además, también se han encontrado listas para la venta 116 dosis de medio gramo y de un gramo.
Para vender la droga, los miembros de esta organización disponían de una decena de pisos totalmente 'bunquerizados', con las puertas blindadas y las ventanas cubiertas con rejas, de los que siempre había dos operativos, en los que se vendían de media en cada uno de ellos unas cien dosis al día.
En estas "fortificaciones", según ha explicado el jefe de la operación, el inspector Jordi Ollé, se vendía droga las 24 horas del día, y únicamente se abría la puerta cuando se hacía el relevo de la pareja de vendedores.
De esta forma, los compradores no accedían al interior de estas "fortificaciones", sino que adquirían la cocaína a través de ventanillas o de trampillas.
Este clan familiar actuaba especialmente en la plaza Falset y la calle Cisquer del barrio de la Marina de la Zona Franca, en el distrito de Sants-Montjuïc, donde están activos otros grupos, a los que los Mossos también están siguiendo el rastro, según Trapero.
En la operación, los Mossos han registrado diez pisos (8 en Barcelona, uno en Castelldefels y otro en Girona) y dos bares de la plaza Falset, donde se han incautado, además de la droga y el dinero en efectivo, gran cantidad de joyas, muchas de las cuales las admitían como cobro a cambio de la droga.
También se han encontrado once armas de fuego (seis largas y cinco cortas), chalecos antibalas, armas blancas y herramientas para pesar y envolver la droga.
Trapero ha destacado que esta operación, que se inició en octubre de 2007, es una de las más importantes que los Mossos han llevado a cabo en Cataluña contra la venta de droga al consumidor.
La operación, que aún está abierta, por lo que no se descartan más detenciones, culminó el pasado 18 de junio, cuando más de 200 agentes de diversas unidades de la policía catalana irrumpieron de madrugada en los domicilios y practicaron las 18 detenciones.
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