Muere un civil por disparos de la OTAN en una zona donde se realiza una gran ofensiva

Un civil murió por disparos de soldados de la OTAN contra un vehículo en un distrito de la provincia meridional afgana de Helmand, donde las tropas británicas han comenzado una gran ofensiva contra los talibanes, informó hoy la organización militar en un comunicado.

Las tropas extranjeras realizaban una patrulla en el distrito de Balbaji el pasado 21 de junio cuando un vehículo se acercó a los soldados "acelerando", por lo que dispararon al aire para que se detuviera.

Sin embargo, el conductor afgano "ignoró" estas órdenes y continuó avanzando, por lo que los militares sospecharon que se trataba de un vehículo "con un suicida" en su interior y dispararon contra él, según un comunicado de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión bajo mando de la OTAN.

Luego, los militares comprobaron que no había explosivos en el vehículo y la Alianza Atlántica lamentó la "trágica" muerte, aunque recordó que "es vital para la seguridad de todos que los civiles reaccionen a los avisos e instrucciones de los soldados de la ISAF".

Éste es el primer muerto civil en el distrito helmandí de Balbaji reconocido por la ISAF desde que el pasado 19 de junio lanzara "una de las mayores operaciones aéreas de los tiempos modernos", tal y como la describió ayer al anunciarla.

Esta ofensiva, en la que participan unos 500 soldados, tiene el objetivo de recuperar zonas estratégicas controladas por los talibanes al norte de Lashkar Gah, la capital de Helmand, uno de los feudos insurgentes.

La ISAF informó ayer de que varios talibanes han muerto en la operación, sin especificar cuántos.

La operación empezó cuando unos 350 militares se descolgaron en Balbaji de doce "Chinook", apoyados por trece helicópteros de combate, entre ellos los poderosos "Apache" y "Black Hawk", además de aviones no tripulados, en un amplio despliegue diseñado para golpear a la insurgencia.

La ISAF, que actualmente tiene en Afganistán más de 60.000 soldados, ya está empezando a desplegar entre 8.000 y 10.000 militares más para garantizar la seguridad de cara a la celebración de los comicios afganos del 20 de agosto.