Este artículo se publicó hace 11 años.
Muere una niña de siete años en un tiroteo en Sevilla
Los padres de la menor también fueron heridos como consecuencia del enfrentamiento entre dos clanes de la droga en las Tres Mil Viviendas, aunque no estaban implicados en la pelea ni son parte de las familias participantes en el tiroteo.
Una niña de 7 años ha muerto esta madrugada en un tiroteo entre dos clanes de la droga en la barriada de las Tres Mil Viviendas de Sevilla tras recibir un disparo, que le entró por la espalda y le afectó a los pulmones y a las arterias del corazón, según la autopsia realizada esta mañana.
El tiroteo, en el que resultaron heridos leves por bala los padres de la niña, se produjo entre dos clanes relacionados con la droga de etnia gitana, Los Perla y Los Marianos, este último implicado en 2009 en otro intercambio de disparos en la vía pública en las Tres Mil Viviendas que costó la vida a un menor, han informado fuentes de la investigación.
La niña, que fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío, donde no se le pudo reanimar, recibió un solo disparo "mortal de necesidad" que le entró por la espalda y le salió por la cara anterior del tórax y le afectó a los pulmones y a las arterias del corazón.
Las primeras hipótesis de la investigación policial señalan que una de las familias debía dinero a la otra, lo que originó el intercambio de disparos, ha añadido la policía, que espera practicar las primeras detenciones en las próximas horas y que ha establecido un dispositivo de seguridad en la zona para evitar represalias.
Sin embargo, al parecer, ni la niña muerta ni los padres heridos pertenecen a las familias implicadas en la reyerta, y viven en las inmediaciones de uno de los domicilios, en un bajo de la calle Orfebre Cayetano González, una zona marginal conocida popularmente como Los Amarillos situada junto a locales comerciales.
La casa en la que vivía la menor, que está rodeada de una valla metálica, presenta varios disparos en la fachada así como en una persiana que da a la calle, junto a la cual la Policía ha marcado casquillos encontrados, que suman más de una veintena.
Los agentes del Grupo de Homicidios han tomado muestras frente a la casa y han examinado los restos del tiroteo de anoche.
Mientras tanto, otros policías con furgonetas han instalado varios controles de vehículos en distintas calles de la barriada marginal de las Tres Mil Viviendas cercanas a las que se produjo la muerte de la menor.
En los pisos donde vivía la víctima hay numerosas casas con desperfectos estructurales, y en una plaza cercana hay incluso gallinas sueltas.
Tras el tiroteo en la casa de la menor se produjo otro intercambio de disparos en otra zona de las Tres Mil Viviendas distante unos cientos de metros y conocida como Las Vegas, según ha precisado a los periodistas el presidente de la asociación de vecinos Martínez Montañés, Rafael Pertegal.
En el barrio hay "una preocupación grande porque estos incidentes ocurren con mucha frecuencia, y en la mayor parte de los casos, la justicia, que tendrá mucho interés, no consigue dominar la situación", ha lamentado el presidente de la asociación vecinal, que vive en los pisos en los que se produjo el segundo tiroteo.
En las inmediaciones del Hospital Virgen del Rocío, donde aún estaban ingresados esta mañana los padres de la menor muerta, había cuatro mujeres de etnia gitana que sólo acertaban a lamentar en voz alta "por qué le ha tocado a ella".
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