La muerte de Falco reduce a 15 los linces nacidos en cautividad en 2099 vivos

La muerte, el pasado domingo 4 de octubre, de "Falco", un cachorro de lince ibérico nacido este año en el Centro de Cría de La Olivilla, en Sierra Morena, ha reducido a quince el número de ejemplares nacidos en cautividad este año que sobreviven.

Este animal, un macho, se había criado junto a su madre y hermanos y, hace aproximadamente un mes, tuvo una crisis convulsiva, según han informado fuentes del programa de cría en cautividad del lince ibérico, considerado el felino más amenazado del planeta.

"Falco" fue sometido a un chequeo y a tratamiento sintomático y no se le detectó nada significativo en las analíticas.

El animal no volvió a tener ningún episodio durante el último mes hasta que el domingo de madrugada comenzó con nuevas crisis.

Trasladado a quirófano, se le administró tratamiento, pero el animal acabó muriendo al poco tiempo, según han añadido las fuentes.

El lunes se le realizó la necropsia en el Centro de Análisis y Diagnósticos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y se está a la espera de los resultados analíticos para poder determinar un diagnóstico definitivo.

"Falco" era uno de la veintena de linces seleccionados para ser trasladados en las próximas semanas al centro de cría en cautividad construido en la localidad portuguesa de Silves para que sea la fuente de una futura población de lince ibérico en Portugal.

Los quince cachorros de lince ibérico nacidos en libertad este año que sobreviven constituyen la mayor camada lograda desde que en 2005 se produjeron los primeros nacimientos de este felino en centros de cría.

El programa de cría en cautividad del lince ibérico suma en la actualidad con 75 ejemplares, 39 nacidos en cautividad y los 36 restantes capturados de la naturaleza, todos ellos repartidos en los centros de cría de El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Sierra Morena) y el Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz).