Millones de personas luchaban el jueves por reponerse de los efectos de un tifón que asoló partes del sur de Asia, causando la muerte de 400 personas, mientras una tormenta más potente se estaba formando frente a las costas de Filipinas.

Los datos oficiales indican que 101 personas fallecieron en Vietnam y que 18 figuran como desaparecidas después de que el tifón Ketsana atravesara el país el martes a última hora, afectando a 1,4 millones de personas y dañando o inundando más de 350.000 viviendas.

El tifón provocó 11 muertos en Camboya, mientras que la cifra de víctimas mortales en Filipinas, país golpeado por Ketsana durante el fin de semana, aumentó a 277 el jueves.

Una nueva tormenta más potente que Ketsana ganaba fuerzas el jueves y se movía hacia al este en dirección a Filipinas, encaminándose hacia la parte norte de la isla de Luzon, informaron meteorólogos.

El tifón Parma, con vientos en su centro de 150 kilómetros por hora, podría golpear al archipiélago filipino el sábado y su costa este se encuentra bajo Señal de Tormenta 1, el nivel más bajo de alerta.

Se estima que el daño inicial ocasionado por Ketsana llegaría a los 168 millones de dólares en Vietnam y a 101 millones de dólares en Filipinas, donde 2,5 millones de personas fueron afectadas por inundaciones y 700.000 debieron refugiarse en centros de evacuación.

En Vietnam, las aguas de los ríos en ocho provincias costeras y del centro del país están bajando, pero la agencia meteorológica nacional advirtió sobre más inundaciones repentinas y aluviones en áreas montañosas y de la crecida de las aguas en las tierras bajas.

Equipos militares de rescate llevaron medicinas, alimentos y frazadas a las víctimas de las inundaciones, y las personas aisladas fueron transportadas por aire desde sus viviendas.

Las crecidas sumergieron varias casas antiguas en Hoi An, una ciudad que figura como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, donde el transporte está restringido a embarcaciones.