Este artículo se publicó hace 15 años.
Una muestra recrea la figura de Albéniz y la popularidad que tuvo en su época
El Auditorio de Barcelona inaugurará hoy en el Museo de la Música una exposición que recrea la figura de Isaac Albéniz (Camprodon, 1860 Cambo-les-Bains, 1909) y la popularidad y éxito que cosechó en su época, uno de los actos centrales organizados con motivo del centenario de su fallecimiento.
"Albéniz, un modernista universal" es el título de la muestra, que podrá verse hasta el 27 de julio y en la que se exhibirán objetos personales del músico, como partituras, y especialmente el piano que el artista tenía en su casa.
Se trata de un instrumento construido por C. Rönisch en 1905, donado por la familia Albéniz, y que será presentado con toda solemnidad el 29 de abril.
La presentación del piano y su restauración se llevará a cabo en el marco de un ciclo de audiciones con instrumentos originales organizado para la temporada 2008-2009 por el Auditorio con el objetivo de presentar a los instrumentos con sus sonidos y la música para la que fueron diseñados.
Para restaurar el piano se ha seguido un proceso destinado a conservar todas las características propias del instrumento para recuperar la sonoridad original.
El carácter popular de este músico universal se destaca en la exposición a través de una primera imagen que recrea su funeral en Barcelona, donde fue enterrado por su expreso deseo; un acto que fue multitudinario y que siguieron ciudadanos anónimos que llenaron las calles de la capital catalana.
El director del Museo de la Música, Romàs Escalas, ha explicado en rueda de prensa que esta imagen muestra la "extraordinaria popularidad (del músico)", adquirida en las salas de conciertos más refinadas tanto como en los bailes y fiestas populares.
Reproducciones de comentarios de amigos y músicos famosos, como Enric Morera, Chausson, Amadeu Vives, Claude Debussy, Enrique Granados o su maestro Felip Pedrell, resaltan los valores artísticos de la música de un Albéniz cercano, universal y, a la vez, íntimo, perfeccionista y con un gran talento musical.
El compositor de "Suite Iberia" para piano sólo vivió 49 años, repartidos entre Barcelona, Madrid y París, diecisiete de ellos en Barcelona, y fue pianista, compositor de zarzuelas y óperas, director de orquesta y mecenas.
En una instalación de la exposición se ha instalado un pequeño teatro y puede oirse un aria del acto segundo de la primera ópera de Albéniz, "Henry Clifford", estrenada en el Liceo.
Cuadernos personales y paisajes que inspiraron su música, desde el Generalife hasta la Île de Saint Louis, se exhiben al lado de maletas que contienen objetos personales del compositor, como dos servilleteros con su nombre y el de su esposa o condecoraciones españolas y francesas.
El modernista universal que fue Albéniz, figura de transición musical entre los siglos XIX y XX, será recordado también por el Auditorio con una decena de conciertos de distinto signo, entre ellos un "Cabaré Albéniz" para orquestina o el estreno de unas partituras inéditas recuperadas por el Museo de la Música que tocará la Orquesta de Barcelona y Nacional de Cataluña, dirigida por Eji Oué.
El homenaje a Isaac Albéniz se prolongará a lo largo de 2010, año en el que se conmemorarán los 150 de su nacimiento con conferencias y más música.
Guiado por su maestro Felip Pedrell (1841-1922), Albéniz tuvo un espíritu intuitivo y práctico y una mirada hacia las fuentes de inspiración populares y la traducción sonora de la naturaleza, los paisajes y los sentimientos humanos.
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