Este artículo se publicó hace 15 años.
Dos mujeres mueren por un desprendimiento en Tenerife
Quedaron atrapadas bajo un talud de piedras de unos cuatro metros en la zona de baño de Los Gigantes en Tenerife
Un desprendimiento de un acantilado ha matado a dos mujeres en la playa de Los Gigantes, en el sur de la isla de Tenerife. Un talud de piedras de unos cuatro metros cayó desde una altura de 50 metros sobre la zona de baño del municipio de Santiago del Teide y sepultó a las dos bañistas, según confirmaron la Policía Local y la Guardia Civil. Un suceso similar, sin víctimas, acontecido el pasado 7 de octubre, hizo que la zona fuese balizada por el peligro.
La zona fue balizada tras un suceso similar el 7 de octubre pasado
Las dos mujeres fallecidas tenían 34 y 55 años. Sus cuerpos fueron rescatados cerca de las cinco de la tarde, dos horas después de que se produjera el derrumbe. El novio de la más joven, vecina de Arona, reconoció el cuerpo. Ambos habían acudido por la mañana a la playa a hacer submarinismo, según informó el diario La Opinión. La segunda mujer fallecida era de nacionalidad británica. En el momento del desprendimiento había 200 personas disfrutando del buen clima del sur de la isla.
Dispositivo de rescateLos testigos del derrumbe advirtieron de que un grupo de varios bañistas había quedado atrapado entre las rocas. Durante varias horas, un amplio dispositivo de emergencias, formado por cerca de 200 personas, trató de salvar a los posibles supervivientes.
Los escombros llegaron a formar montículos de hasta cinco metros sobre la playa en una superficie de 100 metros cuadrados. Las labores de deses-combro continuaron hasta llegada la noche. Al cierre de esta edición, los servicios de emergencia señalaron que los perros no habían detectado ninguna víctima más y estaban a la espera de confirmar que no había más fallecidos.
Los bomberos buscaron varias horas a posibles supervivientes
El socorrista de la playa de Los Gigantes Antonio Plasencia explicó a Efe que el pasado 7 de octubre se produjeron unos derrumbes menores. Desde entonces, asegura, había advertido siempre a los bañistas de que la zona podía ser peligrosa. Sin embargo, los turistas que acudieron ayer a Los Gigantes desobedecieron las advertencias e instalaron sus toallas en el lugar donde cayeron las rocas. Después de las muertes de ayer, el lugar fue cerrado al baño.
"Arreglar la playa"El alcalde de Santiago del Teide, Juan Damián Gorrín, declaró desde el lugar del suceso que existía un proyecto de la Dirección General de Costas para "arreglar la playa" y balizar la zona para impedir que los bañistas corrieran riesgos.
Varios vecinos increparon a las autoridades municipales por no impedir el baño en una zona que ya había sufrido un suceso similar apenas 24 días antes.
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