Este artículo se publicó hace 14 años.
Mujeres pobres reciben más mamografías con apoyo psicológico
Por Frederik Joelving
La orientación psicológica esuna forma efectiva de llegar a algunas de las muchas mujeres sinrecursos que no acceden a los controles mamarios para prevenir elcáncer de pecho a pesar de tener un seguro de salud.
Así lo concluyó un estudio, que halló que el asesoramiento deun trabajador de la salud triplicaba la posibilidad de que lasmujeres de bajos ingresos se hicieran una mamografía.
Nasar U. Ahmed, de la Florida International University, enMiami, observó que muchas mujeres que ganaban menos de 8.500dólares por año consideraban que el cáncer era una sentencia demuerte.
Además, tendían a concentrarse menos en el futuro y más enlas tareas del presente, como conseguir alimentos y cuidar a sushijos enfermos.
"Son tan pobres que tienen necesidades y prioridadesinmediatas que opacan la preocupación por el cáncer", dijo Ahmeda Reuters Health.
Los expertos recomiendan realizar una mamografía cada dosaños en las mayores de 50 años. Pero otros médicos aconsejanhacerlo a partir de los 40.
Las participantes, que tenían más de 40 años, participaban enuna red de organizaciones del cuidado de la salud en Tennessee,pero más de tres cuartos no habían aceptado hacerse unamamografía gratuita en los últimos años.
De modo que la red contactó a Ahmed para estudiar lasituación y tratar de resolverla.
"Tratamos de desmitificar la idea", dijo Ahmed, cuyo estudioapareció en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers &Prevention.
Su equipo dividió al azar a más de 2.300 mujeres blancas,negras e hispanas en tres grupos. Uno recibió la atenciónhabitual con boletines informativos y panfletos, algunos de loscuales mencionaban el cáncer de mama y las mamografías.
Otro grupo recibió además una carta recordatoria de suorganización. Si las mujeres no respondían a la primera carta,había un tercer grupo en el cual un médico de atención primariales enviaba otra. Si seguían sin responder, recibían una visitade trabajadores de la salud que las asesoraban durante algunashoras.
Esos asesores provenían de un entorno similar de bajosingresos y no conversaban sólo sobre el cáncer, sino también detemas como el abuso y la salud en general.
Al año, el 13 por ciento de las mujeres que habían recibidola atención habitual accedieron a hacerse una mamografía, adiferencia del 16 por ciento del grupo que había recibido unacarta recordatoria y del 27 por ciento que había obtenido elasesoramiento.
Recibir un recordatorio del médico elevó un 80 por ciento laprobabilidad de realizar el control, mientras que la reunión conun orientador triplicó esa posibilidad.
Aunque un 27 por ciento podría no parecer demasiado, paraAhmed es un gran comienzo, sobre todo si se considera que más dela mitad de todas las estadounidenses se realizan mamografías.
En los grupos pobres y con poca educación, el acceso a laatención no se traduce automáticamente en su utilización.
"El objetivo es la prevención", dijo. "Estoy esperanzado coneste enfoque", concluyó.
FUENTE: Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, online29 de junio del 2010.
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