Este artículo se publicó hace 15 años.
Mujeres que salen de los textos
Muchos escritores han creado personajes que encarnan la feminidad como peligro, misterio o protección: Eva y su avidez de conocimiento, madres entregadas o devoradoras, níveas amantes que se corrompen cuando un dedo se acerca. Otras mujeres literarias trascienden arquetipos reflejando en su psicología la doble moral de una sociedad donde son vulnerables: Kareninas, Bovarys, Regentas. Los novelistas del siglo XIX observan los salones y trasladan a sus libros a mujeres que pretenden corregir la pequeñez de su vida, enamoradas del amor o los devocionarios.
Su excepcionalidad se vincula a las decisiones que toman, a la acción, no a la parafernalia psicótica o a la indumentaria con que el escritor las viste. Esos personajes de ficción salen de los textos para conformar un concepto histórico de feminidad, entre la sumisión y la rebeldía, que compartimos mujeres y hombres. Algunas escritoras se atrevieron a mirar desde otro sitio: María de Zayas escribe sobre esposas emparedadas por sus esposos y denuncia en el XVII la desigualdad civil entre los géneros.
No sé si importa que LisbethSalander sea mujer o si lo que importa es que sea un bicho raro. Miniaturizada, bisexual, con memoria fotográfica y síntomas de Asperger. La coraza de Lisbeth oscurece sus capacidades como personaje en el que cristalizan los conflictos de la realidad por la interacción entre comunidad e individuo: el yo excéntrico de Lisbeth sirve dudosamente para construir la crítica al capitalismo y al machismo sistémico, generalizado.
En la ficción actual canónica, adquieren importancia lo patológico, lo fuera de lo común, las rarezas que cubren la identidad y la piel, lo excéntrico que nos distrae de aquella estremecedora vulgaridad del corazón de Emma Bovary, de esas alienaciones y monstruosidades de la normalidad, a las que el lector es dolorosamente sensible y que siempre fueron materia de la literatura.
Marta Sanz es escritora.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.