Este artículo se publicó hace 15 años.
Mujica, favorito para ser el próximo presidente de Uruguay
Uruguay decidirá el domingo si mantiene a la izquierda en el poder durante otros cinco años o si da un giro a la derecha, pero cualquiera sea su decisión, el futuro Gobierno mantendría la exitosa política económica que salvó al país de caer en una recesión por la crisis global.
Según politólogos y las últimas seis encuestas de intención de voto, el ex guerrillero José Mujica, del gobernante Frente Amplio, vencería con amplia ventaja al ex presidente Luis Alberto Lacalle, del histórico Partido Nacional (PN).
La izquierda llegó al poder en los comicios de 2004 de la mano de Tabaré Vázquez, acabando con la alternancia en el Gobierno del PN y del Partido Colorado, la otra corriente política nacida en los albores de la independencia del país.
El fin del dominio de los dos partidos de centroderecha trajo sin embargo pocos cambios en la tradicional posición moderada de Uruguay en las políticas internas y externas.
Mujica, de 74 años y situado más a la izquierda que el oncólogo Vázquez, realizó su último acto público de masas en la noche del miércoles, pero evitó un tono triunfalista pese a ser señalado como futuro presidente.
"No se debe de contar con la piel del oso antes de cazarlo", dijo el jueves en un programa de radio este pequeño granjero de las afueras de Montevideo caracterizado por su desmarañada forma de vestir y de hablar, que le ha sido un lastre en su campaña.
Los sondeos le dan entre un 49,1 y 50 por ciento de las intenciones de voto en la segunda vuelta electoral del 29 de noviembre, necesaria entre los dos candidatos con mayor apoyo en los comicios generales de octubre porque ninguno alcanzó la mayoría absoluta.
Lacalle, un abogado de 68 años que gobernó el país entre 1990 y 1995 apegado a las políticas neoliberales de boga en la época, cosecha entre un 41 y un 42,1 por ciento de apoyo.
ESTABILIDAD ECONOMICA
Mujica y Lacalle están al extremo de las corrientes de sus partidos, a la izquierda y a la derecha, respectivamente, lo que, entre otras cosas, les ha costado votos en un electorado mayoritariamente centrista, según analistas.
Sin embargo, de acuerdo con lo que han adelantado los propios candidatos, harían escasos cambios a la política económica de Vázquez, que le permitió reducir la pobreza al tiempo de aumentar la llegada de inversiones y mantener el crecimiento.
Uruguay fue uno de los pocos países que logró evitar caer en recesión por la crisis financiera global, previéndose que su Producto Interior Bruto (PIB) crezca un 1,2 por ciento en 2009, tras avanzar un 8,9 por ciento en 2008 en el sexto año consecutivo de resultados positivos.
Lacalle prometió "una mayor eficacia en la inversión pública", así como reducciones del impuesto sobre la renta instaurado por el actual Gobierno y la eliminación de una tasa que grava las jubilaciones.
Mujica tampoco prevé grandes cambios a la conducción de Vázquez, quien entregará el poder el 1 de marzo gozando de una popularidad récord de más del 70 por ciento.
"Mi eventual Gobierno no se va a diferenciar del de Tabaré (...) Va a ser el mismo perro con el mismo collar", dijo en declaraciones difundidas el jueves en el semanario Búsqueda.
Pero, unos analistas consideran que el ex guerrillero podrá encontrar problemas dentro de su propio partido, conformado por corrientes que van desde la extrema izquierda al centro.
Sectores más radicales, que querían una economía más estatista y se vieron frustrados con la moderación de Vázquez, se contuvieron para permitir un exitoso primer gobierno del Frente, pero ahora será el segundo, observó el politólogo Juan Carlos Doyenart a Reuters.
"El peso de estos sectores va a ser muy importante. Son sectores desconformes con la gestión de (Danilo) Astori", dijo en referencia al ex ministro artífice de la política económica de Vázquez y quien sería el vicepresidente de Mujica.
Asimismo, se prevé un mayor gasto público para cumplir con promesas de Mujica de ayudar a los pequeños productores. Eso puede redundar en un mayor déficit fiscal y "causar desajustes a la economía del país", agregó Doyenart.
En el ámbito externo, la posición más a la izquierda del ex guerrillero no afectaría mayormente las relaciones diplomáticas y comerciales de Uruguay.
Mujica ha dicho que se identifica más con el moderado brasileño Luiz Inácio Lula da Silva que con el venezolano Hugo Chávez, quien dice conducir una revolución socialista.
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