Este artículo se publicó hace 16 años.
El Museo Balenciaga, una compleja madeja que las instituciones tratan de desenredar
El Museo Balenciaga de Getaria (Guipúzcoa) es hoy, siete años después de la colocación de su primera piedra, una compleja madeja que las instituciones tratan de desenredar para reiniciar unas obras paralizadas hace tres meses y dejar atrás las anomalías en las que ha estado inmerso.
La Reina Fabiola de Bélgica, el tenor Plácido Domingo y modistos como Hubert de Givenchy, Oscar de la Renta, Emanuel Ungaro o Yves Saint Laurent incorporaron sus nombres, y de paso el prestigio, a la Fundación Balenciaga, impulsora de la creación del museo con el que recordar a uno de los grandes maestros de la moda en su localidad natal.
Sin embargo, después de que la labor de su gerente, el ex alcalde de Getaria Mariano Camio, del PNV, fuera denunciada a la Fiscalía el pasado noviembre ante la presunción de que las irregularidades descubiertas pudieran ser delito, esta entidad privada se ha visto abocada a una "refundación" para que las instituciones ejerzan un mayor control de los fondos públicos que maneja, gestionados por Camio hasta su dimisión en marzo de 2007.
Algunos de los 19 miembros que integran el Patronato de la Fundación, cuyos patronos de honor son los Reyes de España, ya han anunciado "de palabra" su intención de abandonar, ha informado a Efe el alcalde de Getaria, Andoni Aristi, también del PNV, que prefiere no dar nombres hasta que ellos no lo hagan efectivo ante notario.
El Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Getaria, que tienen representantes en el Patronato desde su inicio, esperan que se incorporen asimismo la Diputación de Guipúzcoa y el Gobierno Vasco, que por otra parte sí integran la sociedad Berroeta Aldamar, que desde 2005 se encarga de la construcción del edificio y de la que también fue gerente Mariano Camio hasta su renuncia hace un año.
El pasado lunes, en una reunión del Patronato celebrada en Madrid, presentó su dimisión irrevocable el secretario general de la Fundación, Manuel Cabrera, que según ha dicho a Efe se siente "presionado" por las instituciones y reprocha a Berroeta Aldamar el haber "mirado para otro sitio" en vez de "controlar" la gestión de Camio, sobre el que pesan supuestas falsedades documentales, anomalías contractuales y ocultaciones de datos y movimientos financieros.
Cabrera cree "precipitados, forzados y sin ningún valor jurídico", especialmente con unas elecciones generales de por medio, los nuevos estatutos de la Fundación aprobados el lunes, que modifican la composición de sus miembros en favor del Ministerio de Cultura y del Ayuntamiento de Getaria.
Estas modificaciones van encaminadas a "aclarar" la situación, lo que permitiría, en palabras del alcalde de Getaria, que Cultura desbloquee la subvención de 1,4 millones de euros que congeló en diciembre a la Fundación, la cual arrastra un déficit contable de 1,8 millones, según Cabrera.
Ahora, sin fondos y con expedientes de regulación en marcha para sus empleados, la Fundación no puede acometer el proyecto museográfico y museológico que debe redefinir los contenidos del museo y que es imprescindible para continuar con la obra de interiorismo, la cual, paradójicamente, será adjudicada en las próximas semanas a un nuevo arquitecto por parte de Berroeta Aldamar.
Al anterior, el cubano Julián Argilagos, que habría recibido un "sobrepago" de al menos 439.000 euros, se le rescindió el contrato cuando afloraron las irregularidades.
La elección de Argilagos, al que le unía una relación personal con Camio y que se encargó de esta obra sin que mediara concurso previo, fue cuestionada en su día por el Colegio de Arquitectos, que advirtió de que no podía ejercer en España y dudó de su "supuesto título".
Diez millones de euros más se necesitan para que el museo sea realidad, lo que elevará a un total de 21 una obra inicialmente presupuestada en 6.
El Gobierno Vasco y la Diputación de Guipúzcoa ya han dicho que aportarán su parte. El Ministerio de Cultura, que ha rehusado pronunciarse sobre aspecto alguno del proyecto, tiene comprometidos 3 millones, pero el alcalde de Getaria ha dicho que queda todavía por "aclarar" si se destinarán a la Fundación o a la conclusión de las obras.
En lo que sí están de acuerdo las instituciones es que el museo es necesario, aunque la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, ha reconocido a Efe que si se partiera "de cero" se haría de otra manera.
Getaria celebra el próximo año los 800 años de la fundación de la villa, fecha perfecta para la apertura, aunque Manuel Cabrera cree que "las cosas están muy verdes".
Más optimista es su alcalde, que se aventura a hacer un "cálculo personal" y situar en el verano de 2009 la inauguración.
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