Este artículo se publicó hace 16 años.
La Mutua Madrileña bajará hasta el 12% las primas más altas de clientes con menor riesgo
Mutua Madrileña anunció hoy que bajará las primas entre un 5 y un 12 por ciento a partir del 1 de julio a los clientes que aporten un "mayor margen técnico" a la compañía, es decir, a los que tienen tarifas más altas y menor perfil de riesgo, una política de reducción que piensa mantener en el futuro.
Durante su primera intervención como presidente en la junta general de mutualistas, Ignacio Garralda justificó esta medida para hacer frente a la competencia, que en el negocio de autos tiene tarifas "mucho más competitivas" para este segmento de clientes.
Así, explicó que en enero la compañía decidió congelar el importe de las primas a todo riesgo como un primer paso en el cambio de la política tarifaria de los últimos cuatro años.
Por otra parte, Garralda subrayó que la Mutua continuará realizando inversiones estratégicas con vocación de permanencia en empresas "de primer nivel", con la condición de estar en los Consejos de Administración y así poder ejercer "un control directo".
Con esta declaración, Mutua insistió en su deseo de acceder al Consejo de Repsol YPF, compañía en la que posee una participación cercana al 2%, que no pretende aumentar, al igual que la cercana al 5% que tiene en Sacyr.
En cuanto al propio negocio asegurador, el presidente de Mutua apostó por aquellas ciudades que tengan la "suficiente masa crítica" para desarrollar el "exitoso" negocio de autos, mientras que en el ramo de salud, aseguró que quieren potenciarlo "al máximo" y están estudiando qué modelo es el más adecuado, si el de centros propios o concertados.
Asimismo, Garralda valoró la importancia de potenciar acuerdos con los agentes mediadores o en bancaseguro, donde se mostró más partidario de bancos con presencia nacional, aunque no descartó contactos con algunas cajas de ahorro; así -añadió- que "casi seguro" llegarán a negociaciones "serias".
Durante la junta se aprobó la reforma de los estatutos sociales para que los consejeros no disfruten de planes de previsión social y para que la próxima memoria incluya por primera vez los sueldos individualizados de todos los consejeros, incluido el presidente.
También dieron el visto bueno a una modificación estatutaria para que los mutualistas cubran las posibles pérdidas de la aseguradora en un importe similar a las primas que pagan, siempre que el consejo de administración tome esa decisión extrema, y si los propios mutualistas lo aprueban en junta.
Además, desde ahora los mutualistas que obtengan representación no podrán hacer uso de su delegación de voto cuando se traten puntos que estén en conflicto con sus propios intereses.
Estas dos últimas modificaciones, que la Mutua lleva a cabo con la intención de ser "más eficiente y transparente", fueron sin embargo interpretadas de manera negativa por cerca de 800 mutualistas que se agruparon en torno a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para mostrar su rechazo a estos cambios durante la junta.
El ex presidente de la entidad José María Ramírez-Pomatta no acudió a la junta después de dimitir del consejo hace dos días, pero se aludió a él en varias ocasiones para conocer el por qué de su cese de la presidencia o su petición de que se le abonen 19,5 millones de euros a su plan de pensiones.
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