Este artículo se publicó hace 15 años.
Los narcos derriban un helicóptero de la policía en Río
Traficantes de drogas derribaron el sábado un helicóptero de la policía en Río de Janeiro matando a dos policías, mientras que diez supuestos miembros de bandas también murieron en último estallido de violencia en la ciudad.
Los disturbios, en los que según las autoridades ocho autobuses fueron incendiados por presuntos traficantes y seis oficiales de policías resultaron heridos, se producen sólo dos semanas después de que se escogiera a la ciudad brasileña para organizar los Juegos Olímpicos 2016, pese a los temores por sus altos niveles de violencia.
El helicóptero, en el que viajaban seis policías, cayó cuando su piloto recibió un disparo en la pierna mientras sobrevolaba la favela Morro dos Macacos, en la zona norte de la ciudad, donde la policía acudió a un tiroteo entre bandas rivales, dijo a Reuters el comandante Oderlei Santos, de la policía militar.
A pesar de estar herido, el piloto consiguió aterrizar el aparato en un campo de fútbol, pero el aparato estalló en llamas poco después, provocando la muerte de dos policías y dejando heridos a los otros cuatro miembros de la tripulación, entre ellos al piloto. Uno está grave.
Los diez supuestos traficantes murieron a manos de la policía y en el tiroteo entre los grupos rivales, y cuatro vecinos resultaron heridos por balas perdidas, informó la policía.
El secretario de seguridad del estado de Río de Janeiro, Jose Beltrame, dijo que los miembros de las pandillas incendiaron un total de ocho autobuses en la zona norte, en un aparente intento de distraer la atención de las fuerzas de seguridad.
La web de la cadena O Globo, que mostró imágenes del helicóptero destruido y de varios autobuses en llamas, citó a testigos diciendo que cerca de 15 hombres encapuchados y armados habían ordenado a los pasajeros salir de un autobús antes de incendiarlo.
O Globo dijo que al menos cinco autobuses públicos fueron quemados en la favela de Jacarezinho y que parte de una escuela en Morro dos Macacos también fue incendiada.
Las fuerzas de seguridad dijeron que la situación ahora estaba bajo control y que 3.500 miembros de fuerzas de seguridad habían sido destinados a reforzar las áreas afectadas y para capturar a los criminales.
"Pondremos todos nuestros esfuerzos en responder a estas acciones criminales", dijo Mario Sergio Duarte, comandante general de la policía militar de Río, durante una rueda de prensa.
La ciudad, al lado del mar y en donde viven seis millones de personas, es una de las más violentas del mundo, con enfrentamientos casi todos los días entre la policía y bandas fuertemente armadas, que controlan muchas de las casi 1.000 favelas que rodean Río.
Las autoridades quitaron importancia a los problemas de seguridad de la ciudad durante su exitosa apuesta para los Juegos Olímpicos del 2016, diciendo que la violencia podría ser controlada durante los principales eventos y prometiendo aumentar el control del estado en más favelas.
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