Este artículo se publicó hace 16 años.
Naruhito destaca el desarrollo de España conviviendo con su rica tradición
El príncipe heredero de Japón, Naruhito, ha destacado hoy la España contemporánea que está percibiendo en la visita que está haciendo y que, ha dicho, está logrando "un desarrollo admirable conviviendo con su rica tradición".
Naruhito ha visitado Castilla-La Mancha acompañado del presidente de esta comunidad autónoma, José María Barreda, y de su esposa, la diputada Clementina Díez de Baldeón, entre otras autoridades, y se ha interesado de manera fundamental por los molinos de viento que inmortalizó Cervantes en El Quijote, así como por los aerogeneradores modernos.
En su discurso en el brindis tras la comida en las bodegas Viñasoro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), el heredero nipón ha agradecido la hospitalidad de los castellano-manchegos, región que ya visitó en 1985, en concreto Toledo, y ha subrayado la alegría que le causaba volver a la tierra natal de don Quijote, "la tierra del sueño para muchos japoneses".
Naruhito, que ha conocido, primero, el centro de control desde el que Iberdrola gestiona desde Toledo todos sus parques eólicos en el mundo, y después, los molinos de viento del Cerro Calderico, en Consuegra (Toledo), ha señalado que "ha sido una jornada de visitas impresionantes".
El príncipe japonés ha recordado que Barreda estuvo en su país en 2005 con motivo de la Expo de Aichi, y ahora será él quien visite la Expo de Zaragoza que, dedicada al agua, hereda la filosofía de la "Exposición del amor a la tierra".
Ha explicado también que mañana, cuando vaya a la Expo de Zaragoza, verá la maqueta del artificio de Juanelo Turriano en el pabellón de Castilla-La Mancha, lo que, según ha dicho, le hace mucha ilusión, sobre todo después de haber estado hoy, en Toledo, en el lugar donde estuvo instalado este ingenio construido por Juanelo Turriano durante el reinado de Carlos I.
Allí, en el puente de Alcántara de la capital toledana, donde estuvo el artilugio que por medio de poleas y cangilones elevaba el agua del río Tajo a la parte alta de la ciudad, Naruhito ha recibido las explicaciones del historiador Julio Porres, y ha aprovechado para sacar fotos con su propia cámara.
Tras su contacto con el agua, su siguiente parada ha sido el viento, un viaje en el tiempo desde los modernos generadores eólicos a los viejos molinos de La Mancha, los "gigantes" de don Quijote, que también han despertado la admiración del heredero nipón.
En el célebre Cerro Calderico, coronado por trece molinos de viento, Naruhito ha entrado en el llamado "Rucio" y ha colaborado a echar trigo en la boca del molino, aunque éste no se ha podido poner en movimiento por la falta de viento y pese al esfuerzo de tres mozos por mover sus aspas.
Se ha retratado con un rucio, que formaba parte de una compañía de teatro que interpretaba a los más importantes personajes de Cervantes, don Quijote y Sancho.
Con un calor sofocante, superando los 35 grados centígrados, se han trasladado a las bodegas Viñasoro, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), para degustar un menú típico manchego y, en los brindis, con vinos del mayor viñedo del mundo que es Castilla-La Mancha, tanto Naruhito como Barreda han mostrado su satisfacción por la jornada.
El príncipe heredero ha terminado su discurso deseando unas relaciones amistosas entre Japón y Castilla-La Mancha y un mayor desarrollo de esta comunidad autónoma.
El presidente castellano-manchego, por su parte, ha resaltado que en esta tierra se está haciendo un esfuerzo por generar energías limpias procedentes del sol y del aire.
Ha dicho también que es un territorio en el que el agua escasea, de ahí que antaño se construyeran los molinos de viento, pero ha destacado que sí hay mucho vino, y del bueno, y con él, ha brindado en honor del príncipe japonés.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.