Este artículo se publicó hace 14 años.
La necesidad de modernizar el fútbol
Por Carlos Castellanos
El inventor escocés John Logie Baird hizo en Londres la primera demostración de una imagen transmitida por televisión en 1926. En la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010, en la era de la alta definición y el 3D, hay selecciones que vuelven a casa eliminadas, entre otras razones, por la negativa de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) a utilizar ese viejo sistema.
El diario deportivo "As" publicó el lunes que 16 errores arbitrales han influido en los resultados de una serie de partidos del presente Mundial. Los últimos fallos graves fueron sufridos por Inglaterra y México en los octavos de final y aunque probablemente ambas selecciones iban a caerse al precipicio en esa ronda, no hacía falta darles un empujón. Hoy, el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, ha pedido disculpas a la Asociación de Fútbol de Inglaterra y a la Federación Mexicana.
El árbitro Jorge Larrionda y su auxiliar no vieron entrar en la portería alemana un disparo de Frank Lampard que hubiera supuesto el 2-2 momentáneo contra Alemania. Inglaterra perdió 4-1. Mientras tanto, en el Argentina-México, Roberto Rosetti concedió el primer tanto del partido a los sudamericanos a pesar de un flagrante fuera de juego de Carlos Tévez que se pudo ver en las pantallas gigantes del estadio, pero la FIFA no permite al árbitro ayudarse de esas imágenes. México cayó por 3-1. Ambas jugadas hubieran quedado resueltas correctamente en cuestión de segundos con el uso de las repeticiones por televisión.
Otros deportes han reconocido la necesidad y la lógica de recurrir a la tecnología para resolver las jugadas conflictivas. El rugby y el tenis son ejemplos perfectos de una evolución beneficiosa en el deporte en ese sentido.
¿Cómo se explica que teniendo los medios para reducir las equivocaciones se opte por rechazar esa posibilidad?
El Mundial comenzó con mal pie cuando Francia eliminó a Irlanda en la repesca con un gol precedido por una mano de Thierry Henry. A partir de ahí, los errores se han sucedido, no sólo en la concesión o anulación de goles, sino también en algunas expulsiones, como las del brasileño Kaká y el chileno Marco Estrada por las simulaciones del marfileño Kader Keita y del español Fernando Torres.
No existen argumentos de peso en contra del uso de las imágenes de televisión para aclarar las dudas que puedan surgir. Blatter, sin embargo lo ha intentado. "El uso de la tecnología acabaría con la pasión y la emoción en el fútbol", dijo. Pero dónde está la pasión y la emoción de recibir un gol injusto y perder un partido de esa manera. Que se lo pregunten a los mexicanos y a los ingleses. La emoción y la pasión está contenida en el juego y no en los errores.
Los acontecimientos del domingo 27 de junio fueron evitables y deben sonrojar a los responsables del fútbol internacional. La insistencia en convertir una parte del fútbol en una ruleta o una lotería echa por tierra el trabajo y perjudica los ingresos de muchos profesionales, sin hablar de la destrucción de las ilusiones de tantos aficionados.
El caso es que en este tema llueve sobre mojado y nadie parece dispuesto a detener el chaparrón. Por eso cabe recordar algunas polémicas del pasado en las Copas del Mundo:
- En la final del Mundial de 1966, Inglaterra se adelanta 3-2 contra Alemania Federal con un remate que, tras golpear en el larguero, cae en la línea de gol. Inglaterra vence y se proclama campeón del mundo por 4-2.
- En el Mundial de España en 1982, el árbitro Augusto Lamo Castillo negó dos penaltis a la Unión Soviética y también anuló un gol aparentemente legal a Ramaz Shengelia en la derrota de la Unión Soviética por 2-1 frente a Brasil.
- En el mismo Mundial, España se benefició de la concesión de un penalti frente a Yugoslavia por una falta que se produjo algunos metros fuera del área. El penalti fue fallado por Roberto López Ufarte pero el árbitro Henning Lund Sorensen ordenó una repetición que Juanito convirtió en gol. España ganó 2-1.
- Cuatro años después, un disparo de Michel contra Brasil, que parecía haber entrado en la portería, no fue señalizado como gol por el australiano Chris Bambridge y Brasil ganó 1-0.
- En el mismo Mundial en México, Diego Maradona anotó un tanto con la mano que contribuyó a la victoria argentina contra Inglaterra por 2-1 en los cuartos de final.
- En los octavos de final del mismo campeonato, Bélgica marcó dos goles en fuera de juego contra la Unión Soviética y acabó ganando 4-3.
- Más recientemente, en el Mundial de Corea y Japón en 2002, primero Italia y después España tuvieron razones para quejarse de sus respectivas eliminaciones a manos del anfitrión Corea del Sur.
Son apenas unos pocos pero muy graves ejemplos de una interminable lista de equivocaciones que modificaron el rumbo natural de un partido en las Copas del Mundo.
Los menos culpables de estos errores son los propios árbitros. Los telespectadores necesitan comprobar sus sospechas relacionadas con una jugada mediante una repetición, pero al árbitro se le niega ese derecho y debe tomar una decisión que influye en el partido en cuestión de segundos.
La FIFA está retrasando lo inevitable ya que la tecnología llegará al fútbol tarde o temprano. Hasta entonces, hagan juego, señores.
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