Este artículo se publicó hace 14 años.
Un negocio de venta de animales...¿muertos?
En el establecimiento se han encontrado un centenar de cachorros congelados y guardados en dos congeladores
Pese a los férreos controles del sector un negocio ilegal de venta de cachorros se ha saltado todas las normas. La Guardia Civil ha desarticulado en Cáceres un negocio irregular que supuestamente se dedicaba a la venta de cachorros de perros y en cuyas instalaciones ha hallado los cadáveres de unos cien animales, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La operación, llamada "Toys", ha finalizado con el desmantelamiento del centro y la detención de su titular, un vecino de Cáceres que, "entre otras irregulares actividades, se dedicaba a la venta de cachorros con pedigrí comprados en Eslovaquia con grandes malformaciones y precarios cuidados sanitarios". A algunos de los cachorros les figuran anotaciones de haber sido vacunados con fecha anterior a la de su nacimiento.
Los cachorros venían de Eslovaquia con grandes malformaciones
Al detenido, que había movido en un año por paquetería postal 365.000 euros por la venta de perros, se le acusa de los delitos de estafa continuada, intrusismo profesional, falsedad documental y contra la ordenación del territorio. Las investigaciones siguen abiertas por la comisión de supuestos delitos fiscales y de maltrato animal.
La operación comenzó hace seis meses cuando el equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Badajoz tramitó varias denuncias de ciudadanos que manifestaron haber adquirido cachorros de perros de varias razas que morían al poco tiempo de su compra o se encontraban con grandes malformaciones.
En estas denuncias siempre aparecía como vendedor el ahora detenido, un vecino de Cáceres con las instalaciones ubicadas en un polígono ganadero de la ciudad que no estaba autorizado para la venta de animales ni contaba con las autorizaciones administrativas que precisan las instalaciones que albergan una cierta cantidad de perros.
Animales con pasaporte europeoLa pasada semana agentes del Seprona y veterinarios de la Junta de Extremadura registraron el local, donde se intervino numerosa documentación como cartillas sanitarias no válidas y extractos bancarios, medicamentos veterinarios, inyectables y sellos.
También se inspeccionaron 58 jaulas que contenían 75 cachorros de perros de más de diez razas diferentes como yorkshire, bulldog francés, bichón maltés, shi tzu, schanauzer y caniche, entre otras. Asimismo, se hallaron los cadáveres de casi un centenar de cachorros "congelados y guardados en dos congeladores".
"Seguramente -agrega el comunicado- murieron al poco tiempo de su llegada a España y el posible motivo por el que los guardaban era justificar las bajas al proveedor eslovaco con el propósito de una compensación económica o la restitución por otro animal".
Los animales, de menos de tres meses y nunca superior a seis, tenían un pasaporte europeo y se transportaban en camiones procedentes de Eslovaquia hacia las instalaciones de Cáceres.
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