El líder del derechista Likud y designado primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunirá hoy con miembros destacados de su partido, para comunicarles el puesto que ocuparán en el próximo gobierno de Israel, que podría anunciarse mañana, informa hoy la prensa local.

Unos treinta ministros formarán el Ejecutivo del conservador Netanyahu, que se ha visto obligado a hacer equilibrismo para dar cabida en éste a sus compañeros de partido y, al mismo tiempo, satisfacer a todos sus socios de coalición: la extrema derecha de Yisrael Beitenu, encabezada por Avigdor Lieberman; el partido Laborista, de Ehud Barak, y el ultraortodoxo sefardí Shas.

Fuentes cercanas al líder del Likud han asegurado que el partido se quedará con 12 cargos ministeriales, algunos de ellos sin cartera, indica el diario Yediot Aharonot en su versión digital.

Las largas negociaciones para lograr apoyos que permitan gobernar al Likud, pese a haber obtenido en las elecciones del 10 de febrero sólo 27 de los 120 escaños parlamentarios, han provocado malestar en el seno del partido, cuyos miembros sienten que se les ha dejado para el último momento y que se ha dado prioridad a los grupos que formarán parte de la coalición gubernamental.

Esta situación podría hacer que Netanyahu, que había mostrado interés en quedarse para él el Ministerio de Finanzas, se vea obligado a poner al frente de éste a alguno de los miembros de su partido que, de otro modo, se quedaría fuera del Ejecutivo.

El laborista Barak, que se mantendrá como titular de Defensa, ha anunciado los nombres de los cinco ministros que le corresponden a su partido por el acuerdo de coalición: Benjamín Ben-Eliezer dirigirá Industria, Trabajo y Comercio; Shalom Simhon e Isaac Herzog continuarán a cargo de Agricultura y Asuntos Sociales, respectivamente, y Avishay Braverman al frente de Asuntos de las Minorías.