Este artículo se publicó hace 15 años.
Las nevadas causan un caos circulatorio en buena parte del Reino Unido
Las nevadas unidas a las bajas temperaturas están causando hoy por segundo día consecutivo un caos circulatorio en muchos lugares del Reino Unido.
El temporal, que azotó el lunes el sureste de Inglaterra, incluida la región de Londres, donde los transportes públicos estuvieron casi todo el día paralizados, ha avanzado hacia norte y el oeste del país.
La Oficina Meteorológica advirtió este martes de que la nieve puede superar los 20 centímetros en el noreste de Inglaterra, Gales y parte de Escocia, y agregó que los fuertes vientos pueden agravar la situación.
Más de tres mil colegios se vieron obligados a cerrar sus puertas el lunes mientras que muchos teatros del West-End londinense suspendieron sus funciones, incluidos algunos estrenos.
Hoy, los autobuses han vuelto a circular, aunque con interrupciones en Londres, donde continúa interrumpido el servicio de metro en algunas líneas.
El City Airport, de la capital, permanece cerrado hasta nuevo aviso y en los aeropuertos de Heathrow, Stanstead y Gatwick se anuncian numerosos retrasos y cancelaciones de vuelos.
Otros aeropuertos del país, como los de Southampton, Glasgow, Edimburgo y Aberdeen (estos tres últimos en Escocia), pueden sufrir también perturbaciones a lo largo de la jornada.
En vista del estado de las carreteras, las autoridades han aconsejado a los automovilistas que no viajen a menos que sea absolutamente necesario y que vayan bien preparados para cualquier eventualidad.
También se ha suspendido el servicio en algunas líneas de tren, especialmente en el sur de Inglaterra, mientras que el Eurostar, que une a Londres con el continente a través del canal de la Mancha, sufren perturbaciones.
El caos que la nevada del lunes, la más intensa de los últimos dieciocho años, provocó en los transportes de Londres ha suscitado fuertes críticas de la oposición.
El portavoz para los Transportes del partido Liberal Demócrata, Norman Baker, se lamentó de la falta de preparación mostrada por las autoridades.
"He podido viajar desde Estocolmo hasta el Círculo Ártico en un tren que sólo sufrió un retraso de cinco minutos mientras que este país se hunde en el caos en cuanto asoma la primera nieve", criticó Baker.
Muchos londinenses que no pudieran llegar el lunes a sus trabajos al fallar todos los transportes públicos hablaron de una situación "propia de un país tercermundista".
El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, reconoció que la capital no dispone de la maquinaria y las infraestructuras necesarias para hacer frente a una nevada como la del lunes.
El director general de las Cámaras de Comercio Británicas, David Frost, acusó a las autoridades de "excesiva complacencia" ante el impacto de la nieve y se quejó del fuerte costo económico.
La Federación de Pequeños Empresarios calcula que un 20 por ciento de la población laboral activa del Reino Unido -es decir, unos 6.4 millones de personas- no pudo llegar el lunes al trabajo.
La compañía aérea British Airways, que se vio obligada a cancelar el lunes sus vuelos desde Heathrow, registró una caída del 3,3 por ciento del valor de sus acciones y la misma suerte sufrieron algunas empresas ferroviarias.
El daño que el temporal ha supuesto hasta ahora para la economía lo cifran algunos expertos en entre 1.000 y 3.000 millones de libras (1.100 a 3.300 millones de euros).
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