Este artículo se publicó hace 15 años.
Ni Almodóvar ni Coixet Cannes saborearon el triunfo en Cannes
La que había sido anunciada como la edición "más española" del festival de Cannes no terminó con un final feliz al estilo Hollywood, sino con un desenlace marcado por la decepción al estilo realista que gusta en el certamen: Isabel Coixet y Pedro Almodóvar se fueron de vacío de La Croisette.
La cinta del realizador manchego "Los abrazos rotos" había llegado cargando con su fría recepción en España, pero las buenas críticas de parte de la prensa extranjera y la palpable pasión "almodovariana" que vive Cannes encendieron alguna esperanza de que, 48 años después de "Viridiana", de Luis Buñuel, la Palma de Oro recayera en la cinematografía española.
Como única cineasta que competía por primera vez este año en Cannes -de un grupo de veinte directores- parecía que la catalana Isabel Coixet estaba llamada a ofrecer una de las películas más sorprendentes del festival con "Mapa de los sonidos de Tokio".
La directora de "Mi vida sin mí" (2002) defendía en último lugar el filme con el que recuperaba la vertiente más personal de su cine y que, en cambio, fue recibida con muy poco entusiasmo por parte de la prensa, aunque con aplausos en la sesión oficial con público.
La presencia de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, en Cannes parecía diseñada para apoyar la victoria, pero ninguna de las dos entró en el palmarés, pese a que Cannes parecía este año consagrado al universo femenino, al que Coixet pertenece, y del que Almodóvar es experto retratista con fama internacional.
Como pequeño consuelo, "Mapa de los sonidos de Tokio" entró de refilón con un galardón menor y no oficial: el premio Vulcain que entrega la Comisión Superior Técnica de la Imagen y el Sonido, que fue a parar al mezclador que da título al filme, Aitor Berenguer.
Con más discreción, el actor catalán Alex Brendemühl optaba a la Palma de Oro menos publicitada, la de los cortometrajes, por "Rumbo a peor", su debut como director, pero tampoco hubo suerte para él.
La 62 edición del festival de Cannes también había programado, aunque fuera de concurso, la película de Alejandro Amenábar "Ágora" que, protagonizada por Rachel Weisz, fue recibida con cálidos aplausos en el pase oficial y críticas mixtas.
Maribel Verdú abrió la sección paralela Quincena de Realizadores como flamante musa de Francis Ford Coppola en "Tetro", que contaba con financiación española y la presencia de Carmen Maura.
En la Quincena se proyectó también "Mal día para pescar", del uruguayo Álvaro Brechner y protagonizada por el actor español Gary Piquer, mientras en la Semana de la Crítica se pudo ver la "Hierro", dirigida por Gabe Ibáñez y protagonizada por Elena Anaya.
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