Este artículo se publicó hace 14 años.
Nick Veasey desvela la esencia de objetos cotidianos a través de radiografías
El fotógrafo Nick Veasey presenta en la Galería Tagomago de Barcelona una selección de sus radiografías de objetos cotidianos entre los que se encuentran elementos naturales como flores y conchas, así como juguetes, coches y aviones con los que el fotógrafo busca desvelar la esencia de los objetos.
Nick Veasey sostiene que "los rayos X son honestos" porque muestran los objetos tal y como son por dentro, sin maquillajes: "Con las radiografías consigo hacer que la gente aprecie de nuevo los objetos que ve cada día", ha explicado el fotógrafo a Efe.
Para radiografiar juguetes, ropa, flores y aviones, Veasey se sirve de unas instalaciones especialmente creadas para este fin que constan de máquinas de rayos X industriales "200 veces más potentes que las que encontramos en los hospitales" y gruesas paredes de hormigón forradas de plomo.
El ganador del International Photographer of the Year ha reconocido que "la radiación da miedo" pero ha asegurado que trabaja con expertos para "minimizar el riesgo" y que tanto él como las instalaciones en las que trabaja se someten a revisiones constantes: "Mi médico dice que estoy loco, pero sano", ha explicado, y ha añadido que tiene dos hijos y que "ninguno tiene tres cabezas".
Una de las fotografías más sorprendentes de la exposición "Rayos X", que podrá verse hasta el 12 de junio, es la que muestra la radiografía completa de un Boeing 777 en su hangar: "Cuando radiografío una imagen, el resultado es del mismo tamaño que el original", ha contado.
Por eso, cuando se trata de objetos muy grandes, opta por fotografiar las partes por separado y juntarlas luego usando un programa informático: "El avión estaba en Estados Unidos y me lo enviaron por piezas a mi estudio en Inglaterra, el proceso duró un año entero y la imagen está compuesta de 500 radiografías", ha revelado Veasey.
A pesar de que las fotografías de muñecos, juguetes electrónicos y coches tienen una presencia importante en la exposición, Veasey ha explicado que sus favoritas son las radiografías de cosas delicadas como flores o las conchas de gran tamaño que abren la exposición: "Los objetos delicados son los más difíciles de radiografiar", ha afirmado.
Veasey hace notar, por ejemplo, que en las radiografías de los hospitales la ropa nunca aparece y sólo se ven los huesos porque para retratar objetos más delicados "hay que aplicar mucha menos radiación".
El británico, que trabajó durante años como fotógrafo publicitario, ha explicado que tiene varios proyectos entre manos y ha manifestado un gran interés por los exoesqueletos de los insectos y por la protección del cuerpo humano con cascos, botas o armaduras.
"La idea me encontró a mi", ha dicho Veasey al recordar la primera vez que utilizó los rayos X para retratar un objeto: "Un programa de televisión me pidió que fotografiara una lata de refresco con un aparato de rayos X".
Veasey ha explicado que había alquilado las instalaciones todo el día pero terminó con la lata en una hora, por lo que decidió aprovechar para radiografiar sus zapatillas: "Fue un momento que me cambió la vida", ha afirmado Veasey, que ha explicado que fotografiar con rayos X le alejó del ambiente estresante que rodea el mundo de la publicidad y le enseñó a ser paciente.
La exposición "Rayos X" reúne una cuarentena de fotografías de todos los tamaños -desde los dos metros por tres de un coche hasta los escasos veinte centímetros cuadrados de unas flores- con los que el fotógrafo británico resume las creaciones de sus últimos veinte años.
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