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Una niña de 14 años quemada con ácido recupera la visión tras 4 operaciones

EFE

Una niña de 14 años que fue atacada con ácido en el año 2003 en Martos (Jaén) ha recuperado parcialmente la visión de su ojo izquierdo tras practicarle, en el último año, cuatro intervenciones de microcirugía en el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona.

En mayo de 2003, la ahora adolescente Karla sufrió el ataque de una mujer que arrojó ácido sobre sus ojos con el objetivo de vengarse de su madre, con quien mantenía una disputa al creer que era la amante de su marido.

Fruto de este ataque, Karla perdió toda su visión, al quedarle ambos ojos totalmente sellados por el efecto del ácido, que dañó especialmente el nervio óptico de su ojo derecho, que quedó inutilizado.

No obstante, a través de su ojo izquierdo, la adolescente podía percibir pequeños rayos de luz.

En los últimos seis años, Karla ha sido atendida en cuatro hospitales públicos, tres de ellos en la ciudad de Barcelona, donde se le han realizado distintas intervenciones de reconstrucción de su estructura ocular.

Sin embargo, no fue hasta los trasplantes de córnea y limbo que se le han practicado en el IMO, cuando Karla empezó a tener alguna esperanza de recuperar su visión.

Según han explicado hoy en rueda de prensa, los doctores Ramón Medel y Óscar Gris, Karla fue intervenida en el último año en cuatro ocasiones en el IMO, todas ellas practicadas en su ojo izquierdo, que le han permitido recuperar un tercio de la visión en este ojo.

Pese a las dificultades de realizar, por la gravedad de la lesión, un pronóstico exacto, ambos doctores se han mostrado confiados en que la adolescente de 14 años pueda recuperar completamente la visión de su ojo izquierdo.

La primera de las operaciones fue realizada por el doctor Medel en diciembre de 2008 y consistió en separar los párpados que estaban enganchados al globo ocular del ojo izquierdo.

Medel también practicó la segunda intervención, en la que se reconstruyó el interior del globo ocular con tejidos de la boca para evitar que las pestañas rozasen hacia dentro, lo que era imprescindible para llevar a cabo el trasplante de córnea.

El cirujano Óscar Gris realizó las dos últimas operaciones, en las que se debían de retirar las cicatrices provocadas por el ácido y recuperar el estado de la córnea, que estaba completamente emblanquecida y era, por tanto, opaca.

La tercera intervención consistió en trasplantar un disco de limbo de un donante, que está compuesto por células madre que fabrican un tejido específico que protege la córnea y la hace transparente.

Finalmente, se le practicó a Karla, hace dos meses, un trasplante de córnea y se le extrajo una catarata, con lo que se reemplazó el cristalino del ojo izquierdo por una lente intraocular.

Ambos doctores han explicado que estas operaciones se realizan habitualmente desde hace diez años, pero que, por las dificultades de ejecución, muchas de ellas no resultan exitosas.

Por su parte, la madre de Karla, la ecuatoriana Mari Carmen Salazar, ha agradecido especialmente la labor del IMO, que se ha hecho cargo de toda la financiación de las cuatro intervenciones.

De hecho, Mari Carmen Salazar llegó a acudir a un programa de televisión para recaudar dinero para las operaciones de su hija.

Maria Antonia B.T., la mujer que vertió ácido sobre Karla, fue condenada por estos hechos por la Audiencia Provincial de Jaén en 2006 a una pena de 11 años y medio de prisión y a una indemnización de 606.700 euros.

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