Este artículo se publicó hace 15 años.
El no al modelo alemán
La ministra francesa de Finanzas defiende públicamente lo que es un clamor en la eurozona
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Aunque la presidencia española de la Unión Europea discurre sus días sin pena ni gloria, están ocurriendo cosas significativas en la eurozona. Catorce días después de que el primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, pidiera públicamente a Alemania, el pasado 1 de marzo, que estimule la demanda interna para consolidar la renqueante recuperación en curso, la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, ha saltado al ruedo para realizar el cuestionamiento más directo conocido hasta el presente del modelo de política económica y fiscal vigente en la eurozona, el modelo alemán. La idea de que esta recuperación es un viaje hacia ninguna expansión sólida y de que sin un cambio en el liderazgo alemán, que exporta contra viento y marea su propio modelo de crecimiento, la economía europea va a conocer una recaída o una larga fase de estancamiento va ganando terreno.
En una entrevista publicada ayer por el periódico Financial Times, la ministra señala que un aspecto relevante de la actual crisis y que plantea serias dificultades para la salida de la misma tiene que ver con los grandes desequilibrios dentro de la eurozona. Y, curiosamente, en lo que es un desafío de las tesis políticamente correctas hasta el momento, Lagarde se aparte del déficit fiscal como principal enemigo para centrarse en el superávit comercial.
Flassbeck, director de la Untacd, cree que la crítica de Lagarde es oportuna
Reducción de costesAlemania ha conseguido mantener un superávit comercial, señala, merced a una política de reducción de sus costes laborales que puede ser insostenible para los otros países de la unión monetaria. "¿Pueden aquellos que tienen superávit [Alemania] hacer un regalito? Para bailar el tango se necesita a dos personas. Esto no puede ir solo de reforzar los principios del déficit [fiscal]", señala.
Según explica, "Alemania ha hecho un trabajo terriblemente bueno en los últimos 10 años de mejora de su competitividad, colocando una fuerte presión sobre los costes laborales No estoy segura de que sea un modelo sostenible en el largo plazo y para todo el grupo de la eurozona. Claramente, necesitamos una mejor convergencia".
La exportación del modelo alemán nos lleva directamente a la deflación
Heiner Flassbeck, director de mundialización y estrategias de desarrollo de la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), en conversación con este periódico, señaló que la crítica de Lagarde no es más que la punta del iceberg. "Que ustedes en España estén debatiendo hoy [por ayer martes] en el Congreso la subida del IVA es el mejor ejemplo de una estúpida política originada en Alemania de reducción del déficit fiscal en medio de una recesión profunda de la economía", apuntó. "Es que Alemania ni siquiera ha tenido en cuenta el objetivo de inflación del 2% del Banco Central Europeo, ya que el crecimiento de los costes laborales unitarios ha sido de prácticamente cero. Ni España, ni Portugal, ni Grecia, ni Francia, como de hecho reconoce la ministra de Finanzas, pueden hacer frente a esa ventaja absoluta de competitividad", añadió.
A la deflaciónFlassbeck, que fue el número dos en el ministerio de Finanzas alemán durante la gestión de Oskar Lafontaine, al arrancar el euro, opina, como el economista Richard C. Koo, gran experto en la recesión japonesa de los años noventa, que la exportación del modelo alemán al resto de la eurozona, con su recomendación de poner el acento en la reducción del déficit y el abaratamiento interno de los costes laborales, supone llevar a la eurozona lisa y llanamente a la deflación.
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