"No buscamos referencias: ahora somos la referencia"

Tras ser su ayudante, Xavi Pascual sucedió a Dusko Ivanovic en el banquillo azulgrana. A las primeras de cambio, le ha ganado la partida y la Liga y ahora habla de dar continuidad a un proyecto que, según admite, se equivocó con Barret. Apenas necesitará unos "retoques" para el próximo curso.

Título al margen, ¿de qué se siente más orgulloso?

De haber estado a muy buen nivel todo el año y de haber hecho las cosas con sentido. También de haber cumplido el primero de los objetivos: que la gente volviera al Palau.

¿Cree que lo han logrado definitivamente?

El producto que les hemos ofrecido tiene muchos ingredientes para que se enganchen. Al margen de valores básicos como la unión, ha habido espectáculo: hemos liderado el apartado de mates, asistencias y tapones, signos de un baloncesto dinámico y alegre que encaja con la mentalidad de aquí: creativa y poco arcaica; la monotonía cansa.

¿Como en el Camp Nou?

Hay similitudes evidentes: los dos equipos hemos curado lo defensivo como pilar de construcción de un equipo, pero sin perder la parte creativa y el hacer bien las cosas. Hemos cumplido con una filosofía que va más allá de la concepción del baloncesto y del fútbol, y que define el barcelonismo.

¿Su éxito también ha sido el diálogo con los jugadores?

Es una parte muy importante. El entrenador no es el líder en muchas cosas, pero sí el que lidera y debe conectar con todos los jugadores y con sus diferentes necesidades. Nuestros pilares se han formado desde la responsabilidad y el compromiso individuales. Si haces las cosas desde el ordeno y mando, la exigencia del entrenador es más difícil de asumir.

¿Encontró un grupo falto de comprensión?

No me gusta hacer referencia al pasado, pero el jugador necesita sentir la mirada comprensiva del entrenador.

¿Y qué se sintió al ganar a Ivanovic, su maestro?

Siempre hay algo: jugar contra el que más títulos ha ganado, el eterno rival Pero son lecturas individuales. Lo importante es lograr el título.

Aquí todo era muy reciente.

En los momentos importantes, eliminamos al Tau: cuartos de final de la Euroliga y en la final de la Liga. Decían que eran nuestra bestia negra, hablaban de seis derrotas consecutivas, que nada tenían que ver entre sí. Pero la realidad es que, excepto en la Copa del Rey, nosotros nos hemos impuesto.

Ivanovic aludió a la suerte.

En los dos partidos del Palau, no hubo demasiadas opciones de que pudieran ganar y nosotros apostamos mucho por el primer partido en Vitoria, haciendo un muy buen baloncesto. El último balón lo jugamos muy bien y Basile entró porque mete esos triples. De haber perdido, no se habría hablado de suerte, sino de que Rakocevic, tal o cual..

Joan Creus confesó haber sentido una presión brutal.

El equipo había generado mucha expectativa y ya era hora. Como nuevos, el secretario técnico y yo éramos los puntos débiles y los que más recibíamos la presión que ha existido desde un sector.

¿Desde dentro del club?

Ilusión, sí; pero presión, no. Hubo mucha unión entre la directiva y la parte técnica, y eso ha dado estabilidad y ha restado presión al grupo.

¿La heredaron de la etapa de sequía de Ivanovic?

Cierto. El pasado de un club grande como el nuestro condiciona el presente y es seguro que eso añadía un poco de presión. Pero también iniciábamos un proyecto nuevo y se nos colgó la etiqueta de mejor equipo de Europa.

¿La cree correcta ahora?

Una cosa es si tenemos la mejor plantilla de Europa y otra si hemos hecho el mejor baloncesto de Europa. Y no sé si el mejor, pero sí de primerísima línea; no tenemos nada que envidiar a nadie.

Messina entrenará al eterno rival. ¿Estimula?

El Madrid será siempre uno de nuestros rivales. Hace tres años, nos ganó la Liga con Joan Plaza como entrenador. Y estoy seguro de que el equipo que tendrá Messina será mucho mejor que el que ha tenido Plaza porque esto funciona así: le harán una plantilla muy buena. Pero para nosotros no cambia nada. No buscamos referencias exteriores: ahora somos la referencia, los campeones. Y tenemos un proyecto consolidado.

Pero es bueno que el Madrid sea un rival fuerte.

El Madrid ha sido siempre competitivo. No ganar no quiere decir que no lo sea: llevaba menos años que nosotros sin ganar la ACB.