Este artículo se publicó hace 15 años.
"Yo no hago nada que no sepa Florentino, pero Florentino no hace nada que yo no apruebe"
Director General del Real Madrid. De vuelta al Bernabéu, reconoce abiertamente los errores que cometió en su anterior etapa y explica un proyecto basado en el liderazgo
Enrique Marín
Jorge Valdano se mueve con soltura por la zona noble del Bernabéu. Su estilo sigue siendo inconfundible en el hablar y en el vestir. Si el Madrid vendiera trajes, el del director general sería el más demandado y si llevara dorsal, habría que darle el 2. El 1 está reservado para Florentino Pérez, el líder del proyecto, como Valdano le llama.
Florentino dice que el único error que cometió en su anterior etapa al frente del Madrid fue irse, ¿usted reconoce alguno más?
Seguramente. Fueron cuatro años y da tiempo a aciertos y errores. El desafío es no cometer los mismos.
¿Y cuál es el error que no querría volver a cometer?
La plantilla del último año tenía problemas de diseño. Le faltaban cuatro o cinco jugadores para ser más equilibrada. Eso nos hubiera ayudado a no caer de una manera tan violenta en los últimos tres meses. Durante los siete anteriores hicimos el mejor fútbol que se ha visto en mucho tiempo, pero bastó el cansancio, la lesión de algunos de los grandes jugadores, para que el equipo no fuera capaz de sostener el nivel.
En la conferencia de prensa del despido de Del Bosque, usted cortó de raíz al directivo que dijo que buscaban métodos modernos. ¿Le parecía demasiado escarnio?
Yo no creo en lo antiguo o lo moderno aplicado al fútbol y por eso me sentí incómodo. De todas maneras, no se anunciaba la destitución de Vicente sino su no renovación.
En esa época, pasaron de querer un Ferguson a decir que los técnicos tienen un ciclo de tres años.
Nosotros no dijimos nunca que los entrenadores tuvieran un ciclo de tres años. Sencillamente, pensamos que en aquel momento había signos de desgaste y decidimos adelantarnos al problema. Estamos para tomar decisiones y algunas son arriesgadas.
Usted ha dicho que el mercado se ha empobrecido por la situación financiera mundial (de ahí que les cueste tanto vender) pero han pagado un dineral por Cristiano y Kaká, ¿no es una contradicción?
No, porque son jugadores incomparables. Kaká tiene un precio fácil de explicar y con Cristiano no había más salida. Había un contrato que teníamos que aceptar y entendíamos que era un valor estratégico. Cristiano es caro socialmente, pero, según nuestra estrategia, no lo es empresarialmente.
Cuando Florentino dice que no es un gasto sino una inversión, ¿habla sólo en términos empresariales?
Seguramente lo está pensando en términos económicos, pero la llegada de Cristiano también hace feliz a Pardeza [director deportivo]. Son jugadores que no admiten discusión y no vi nada contrariado a Pellegrini cuando le explicamos cuál era la base del proyecto.
Ya que habla de Pellegrini. ¿Ve paralelismos con Queiroz? Usted los avaló y ambos tienen un perfil, si no bajo, digamos sí mediano.
Bueno, son muchas las diferencias entre ambos. Pellegrini es un primer entrenador y viene de la Liga; Queiroz era un segundo y venía de la Premier. No veo demasiados puntos en común. Los dos usan un 4-4-2, les gusta jugar por abajo... A Pellegrini más, pues a Queiroz se le notaba la influencia del fútbol inglés. Y en cuanto a ese sentido patrimonial que le damos a los fichajes, lo aborrezco. El Madrid es demasiado grande como para atribuirle a una sola persona la responsabilidad. Aquí las cosas se debaten, no se puede traer a Pellegrini y a Messina sin que el líder del proyecto, que es Florentino, no se sienta confortable con la elección.
Pero Florentino siempre ha tenido querencia por Wenger o por técnicos más mediáticos.
Florentino nunca ha abogado por entrenadores mediáticos. En la época de Del Bosque, todos sabemos cuál es su perfil. Queiroz era parecido. Después llegó López Caro. O sea, gente que nunca fue de primerísimo nivel. Y en cuanto a Wenger, las tres aproximaciones que hizo el Madrid fue estando yo. O sea, que yo estaba tan entusiasmado con esta posibilidad como Florentino.
Volviendo a Queiroz, ¿no cree que pagó los platos rotos, que el entrenador volvió a ser el eslabón más débil?
Sí, claro que sí. Pero yo estuve cuatro años con Florentino y sólo hubo dos entrenadores y ambos completaron la temporada. O sea que jamás se tomó una decisión brusca, de esas que modifican la vida institucional. El desgaste de aquella temporada también dio por terminado mi ciclo. Fue duro para todos. El diagnóstico lo tuve tan claro entonces como ahora.
Y ahora se vuelve a encontrar con una clase media a la que dar salida.
Son situaciones distintas. Entonces había 35 jugadores, algunos importantes y otros que ni siquiera se habían puesto la camiseta del Madrid, como Petkovic, Congo, Julio César Había que operar en dos tipos de mercado: uno llegaba hasta la Segunda incluso y otro era de primerísimo nivel.
Pero reconocerá que se forzó a jugadores que no estaban hechos.
Y fue una gran lección. Efectivamente, se juntaron dos cosas: que los titulares eran demasiado titulares y los suplentes demasiado suplentes. Cada vez que faltaba uno de los muy titulares, el contraste era demasiado grande. Creo que lo de Zidanes y Pavones es una idea que merecerá reflotarse, pero manejando los tiempos de una manera totalmente distinta. Son jugadores que primero tendrán que madurar. Como Negredo, cedidos en equipos de Primera. Y ya con 50 o 100 partidos se ganarán o no el derecho a volver.
O sea, que la cantera como tercera pata del proyecto va para largo...
Sí. La cantera tiene sentido si hay un talento que merece pisar el Bernabéu. A veces surgen por generación espontánea como la Quinta del Buitre y otras hay que esperar más. Empezaremos a trabajar en la captación de talentos, que para mí es lo esencial, y en la formación. Poco a poco, saldrán jugadores. Si cortas la fruta antes de estar madura, te cargas al jugador.
Pero el proceso de selección del Madrid siempre ha sido bueno.
En los últimos tiempos ha habido una intención de ser más globales. Hay ojeadores en Perú o en Indonesia, y quizás no tengamos lo suficientemente barrido la Comunidad de Madrid. Cuando yo me fui teníamos conciertos con 45 colegios y ahora hay con 7. Ese tejido hay que rearmarlo. Tenemos que tener un brazo cada vez más largo para ver lo que sale en países remotos, pero sin dejar de barrer Madrid y toda España, nuestros espacios naturales.
Habla de tejido, pero ¿y un estilo definido en el primer equipo?
El hecho de que salgan en una misma generación jugadores del nivel de Xavi, Iniesta y Messi es una cuestión de suerte. Como cuando aquí salió la Quinta. Fue sorprendente que cinco jugadores de más o menos la misma edad terminen dándole al primer equipo un salto de calidad tan grande. Sí, hay que ser coherentes entre el estilo del primer equipo y el de la cantera.
¿Como madridista confeso, ha sentido envidia del juego del Barça?
A todo el madridismo le ha parecido admirable el juego que desarrolló el Barcelona y su eficacia. El reto es precisamente alcanzar esos niveles de excelencia. Por eso nos hemos movido en el mercado con esa determinación. Nunca hemos visto esa diferencia entre el Barça y el Madrid. Y este es un club que no se resigna. Si algo se ha demostrado en la historia del Madrid es que en los momentos claves ha llegado un directivo capaz de imaginarse el futuro y actuar en consecuencia.
¿Siguen pecando de mirar más lo extranjero que lo nacional?
Hemos comprobado hasta qué punto cuesta trabajo acceder al talento nacional. Nos cuesta menos atacar un objetivo internacional de nivel top que uno nacional que no ha subido a un escenario a recoger un Balón de Bronce. Es la realidad del mercado a la que tenemos que amoldarnos.
¿Y cuál cree que es el motivo de esa resistencia?
Nosotros tenemos la aspiración de contratar jugadores nacionales. Ahora han llegado Kaká, Cristiano y Negredo, sobre el que teníamos una opción y no era discutible. Con el Valencia hemos hecho un enorme esfuerzo [por Villa] y no alcanzó. Vamos a cambiar de objetivo, pero la prioridad que habíamos planteado quedó clarísima. Ahora bien, no queremos pelearnos con media España sólo por nuestra aspiración de españolizar el equipo.
¿Y responde esto a una política del club para recuperar o combatir el antimadridismo que ha proliferado en los últimos años?
En este país hay muchos madridistas y muchos antimadridistas. Como en Inglaterra hay muchos aficionados del Manchester y muchos en contra del Manchester, o en Alemania pasa con el Bayern. Forma parte de la naturaleza de este juego y de la importancia de este club. Florentino es una persona conciliadora, que busca consensos. Si eso hace posible un fichaje, bien; si no, cambiamos de ruta.
¿Será porque antes se les acusó de avasallar al resto de clubes?
Ni nuestros actos ni nuestro discurso pretenden avasallar. Otra cosa es que uno vaya al mercado a contratar a Cristiano y eso le posicione mediáticamente en un punto muy alto a nivel mundial. El Madrid está obligado a luchar por el liderazgo, esa es la naturaleza de este club. Aquí vale todo menos el término medio.
¿No ha sido el Barça quien les ha obligado a pagar tantos millones?
El Barcelona nos ha obligado a responder. Kaká fue la carta de presentación de Florentino. Forma parte de una estrategia que ya es conocida y en la que yo participo gustosamente. Disponer de los mejores jugadores del mundo no es un desafío que requiera de paños calientes. Depende de una determinación mucho mayor.
¿Laporta está contribuyendo a expandir la repercusión de los fichajes del Madrid?
Aquí hay un fútbol que se hace y un fútbol que se cuenta. Cuidado con las estrategias porque muchas veces pueden provocar el fortalecimiento del enemigo.
¿Pero no es demasiado riesgo gastarse tantos millones en algo tan aleatorio como el fútbol?
La potencia de este club es indiscutible y no depende de la contratación de un gran jugador. El Madrid es grande per se. De hecho, en las últimas temporadas no se derrumbó su presupuesto y seguimos siendo el club más rico del mundo. Pero eso es necesario empujarlo cada año con la llegada de grandísimos jugadores. A este equipo no sólo le faltaba algo más de calidad, sino también algo más de velocidad. Y eso Kaká y Cristiano lo aseguran.
A usted nunca le gustó lo de los galácticos, pero esta vez ha hablado de superproducción.
¡Fue una broma! Este es un mundo para optimistas, no para pesimistas. Lamentablemente el Madrid no depende de un mecenas que se hace cargo de las pérdidas, sino que depende de lo que es capaz de ingresar. Si no somos comercialmente agresivos es imposible que el Real Madrid sea el Real Madrid. No tenemos que resignar a un segundo plano. ¿Cómo hacemos para desafiar a los Abramovich, Moratti o Berlusconi, mecenas que son capaces de ceder 100 millones de su bolsillo? Tenemos que ir con la estrategia económica un poco más allá que el resto de clubes y que eso tenga una traducción en lo deportivo.
¿Se va a seguir trayendo un Balón de Oro por año, para acabar fichando a un Owen?
Todo tiene un límite, pero lo que podemos en poner uno encima de otro. Necesitamos que sean complementarios. Cuando llegó Beckham, por ejemplo, estaba Figo en la derecha y tuvo que caer al medio centro. Eso al final convertía en peor jugador a Beckham, pues jugaba en un puesto que no era el suyo. Eso hay que cuidarlo. Hay que aprenderlo de la anterior experiencia.
"Pregúntele a Valdano", contesta Florentino cuando se le interroga por cuestiones deportivas. ¿Tiene usted capacidad de decisión o es un mero portavoz de Pérez?
Autonomía tengo. Pocas veces he sido complaciente en la vida. He estado en sitios donde mi relación con el presidente ha tenido un precio. Y si no es así, me voy. Digamos que me siento cómodo trabajando con Florentino. Yo no hago un solo movimiento sin que lo sepa Florentino, pero Florentino no hace nada que yo no apruebe.
¿Cristiano Ronaldo debe ser reeducado para jugar en equipo?
No. Tiene un estilo y es un jugador muy, muy desequilibrante.
¿Recuperará Pellegrini la mejor versión de Guti?
El esfuerzo más grande lo debe hacer Guti. Pellegrini tomará la decisión en función de su actitud. De su calidad yo no tengo ni la más mínima duda. Ahora hace falta que tenga el compromiso que le corresponde a alguien que lleva 14 años en el Madrid y tiene grado de capitán.
¿A Guti le falta esa cuota de compromiso que le sobra a Raúl?
Son personalidades distintas. A Raúl conviene respetarlo y quizás tenerlo como ejemplo de profesionalidad. No se lo pondrá fácil a los que vengan y la semana será una competencia para ver quién juega.
Pero más allá de sus prestaciones, ¿el hándicap de Raúl no es el peso que tiene en la caseta y que le ha pasado factura en la selección?
Yo confío mucho en la interpretación que Raúl hará de la situación que le toca vivir. Es un jugador que con su inteligencia, sus estadísticas y su trayectoria va a seguir vinculado al Real Madrid por muchos años, quizás de por vida. Raúl no se puede permitir el lujo de terminar mal su carrera.
¿Qué opinión tiene del tema Pepe y de que el Madrid recurriera la sanción?
Fue una lección muy fuerte y por descontado que la ha aprendido. A favor de Pepe diría que sufrió una especie de enajenación transitoria. Eso sí, yo no hubiera recurrido la sanción.
¿Y usted, cree que volverá a bajar al vestuario de un árbitro?
Si me enajeno como Pepe.
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