Este artículo se publicó hace 13 años.
Una norma europea obliga a quitar el bonus de Caja Madrid
El Consejo de Administración elimina el pago de 25 millones a Miguel Blesa y nueve directivos con el argumento de que no se puede pagar incentivos en las entidades con ayudas públicas
Rodrigo Rato encontró durante el fin de semana en una norma europea la excusa apropiada para tomar una decisión que no se atrevió a defender el pasado viernes sobre el pago del bonus de 25 millones de euros a Miguel Blesa (expresidente de la caja) y otros nueve directivos y exdirectivos. Con una directiva de la Unión Europea (UE) como base, el consejo de administración de la caja aprobó ayer por unanimidad no proceder a este pago con el argumento de que la legislación no permite abonar incentivos cuando ha habido ayudas públicas de por medio. Y la fusión liderada por la caja madrileña ha recibido 4.464 millones de euros.
En su directiva sobre primas y capital de las entidades financieras del pasado 7 de julio, que todavía no está traspuesta a la normativa española, la UE establece que "los directivos de los bancos rescatados no podrán recibir ninguna bonificación a no ser que esté debidamente justificada".
La caja creía hasta el viernes que la ley no le permitía eliminar el pago
Con este texto en la mano, el máximo órgano de gobierno de la caja tomó ayer la decisión de eliminar el programa de incentivos que había firmado en 2007 la anterior dirección. Curiosamente, en sólo cuatro días, la postura de la ejecutiva que dirige Rato ha evolucionado 180 grados. El viernes veía muy difícil negar el dinero a los exdirectivos porque es un derecho adquirido y proponía aplazarlo (en ningún momento planteó no pagarlo) hasta que devuelvan las ayudas públicas, mientras que ayer cambió de opinión y optó por eliminarlo por completo y arriesgarse a pelearlo en los tribunales.
Y tendrá que hacerlo. Los exdirectivos dejaron ayer claro que defenderán su cobro ante los jueces alegando que son derechos adquiridos y consolidados que no se les pueden revocar de forma unilateral ni retroactiva. Y destacaron que no se trata de un bonus sino de un plan de pensiones (sólo podrán cobrar esa cuantía cuando lleguen a los 65 años) que se iba actualizando cada año desde 1997 (aunque el contrato se firmó en 2006) en función de la evolución del balance y de los beneficios brutos. A diferencia de los bonus puros y duros, cuando la entidad crecía, el incentivo crecía, y cuando la caja reducía los beneficios, también bajaba el plan de pensiones. La caja, que debía ingresar los 25 millones en un seguro o plan de pensiones a nombre de cada uno de ellos el próximo 31 de marzo, ya tenía esta cuantía guardada en una hucha (provisionado).
El consejo de administración de la caja aprobó por unanimidad su eliminación, incluido el voto de José Antonio Moral Santín, representante de IU, que en 2006 era presidente de la Comisión de Retribuciones y fue la persona encargada de redactar el contrato del plan de incentivos.
Los exejecutivos recurrirán ante los tribunales la decisión
Los bonus trienales y los planes de pensiones millonarios son habituales en las cúpulas de las entidades financieras españolas, como Santander o BBVA, y no se han eliminado a raíz de la crisis, sino que se van a repartir en más años y se van a pagar en mayor parte en acciones. En todo caso, una parte de las retribuciones de los empleados de banca suele ser variable y depende de si cumplen los objetivos.
Precisamente, el consejo de administración de CatalunyaCaixa aprueba hoy pagar el bonus semestral a los empleados que tienen derecho a retribución variable, tras considerar que han cumplido con sus objetivos, basados en el crecimiento. En el primer semestre decidió no repartirlos. Esta vez lo cobrarán 5.800 de los 8.000 empleados. Un 4% del sueldo es variable, explicaron fuentes de la caja, que sitúan la media del sector en el 7%.
Sólo Caixa Catalunya destinó en salarios 322 millones de euros en 2009 para 6.528 empleados. El pago de un 4% en variable correspondería a 12,8 millones, aunque previsiblemente será mayor, ya que los empleados que tienen derecho a este cobro son los que tienen una retribución mayor. Este pago llega, en todo caso, después de que la caja recibiera 1.250 millones en ayudas públicas.
En la reunión de hoy, el consejo aprobará el inicio de su conversión en banco. Es muy probable que el presidente de la entidad, Fernando Casado, renuncie al cargo, que asumió en noviembre. Casado quería ejercer un papel más gestor, tarea que desarrolla su director general, Adolf Todó.
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