La nueva gripe se ceba en el entorno de Paisley

Jacqueline Fleming, escocesa de 38 años, es la primera víctima fallecida relacionada con la nueva gripe fuera del continente americano. Madre de tres hijos, el último nacido prematuramente hace tan solo unos días, Fleming falleció el domingo pasado en un hospital de Paisley, a las afueras de Glasgow. Esta región escocesa y un condado inglés son los núcleos de población más afectados en Reino Unido por el virus H1N1, detectado en México el pasado mes de abril.

Fleming tenía problemas de salud, que la familia no ha querido hacer públicos, que pudieron debilitar su sistema inmune y entorpecer el progreso en el tratamiento con antivirales que recibía. Estaba hospitalizada en una unidad de intensivos, donde nació su bebé tres meses antes de la fecha prevista. "Estamos destrozados", señaló un portavoz familiar al personal del hospital, que trasladó el sentir de la familia a los medios y pidió respeto a su privacidad.

Un total de 1.261 personas han contraído el virus en el Reino Unido

Las primeras infecciones por nueva gripe en Escocia se registraron en turistas que habían viajado a México. El área metropolitana de Glasgow continúa siendo la región más castigada por el virus, con 10 pacientes ingresados, del medio centenar de personas infectadas que se han confirmado desde abril. En todo el Reino Unido, 1.261 personas han contraído el virus H1N1 y otras 486 se están investigando.

Las autoridades no han aclarado por qué el virus se ceba en los alrededores de Paisley, una de las zonas más deprimidas de Escocia. El segundo foco de contagio más importante de Reino Unido se concentra en una región del norte de Inglaterra.

Primera muerte en Europa

Es la primera vez que la nueva gripe mata en Europa y las autoridades sanitarias británicas no descartan que vuelva a hacerlo. No obstante, el Gobierno autonómico escocés recordó que la "gran mayoría" de los pacientes presenta "síntomas relativamente leves".

El Gobierno de Londres no contempla alterar su estrategia para contener la epidemia, que se centra en la identificación y seguimiento de los enfermos. Las escuelas cierran temporalmente cada vez que se detectan síntomas gripales en un alumno.

Las autoridades aseguran que hay suficientes cantidades de antivirales para hacer frente a la epidemia. Cada año mueren unas 6.000 personas en el Reino Unido por la gripe común.