Este artículo se publicó hace 14 años.
Una nueva huelga obligará a suprimir hasta el 50% de los vuelos con París
Las compañías aéreas tendrán que suspender entre el 30 y el 50% de sus vuelos en los aeropuertos de París mañana, anunció hoy la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) en la víspera de la huelga contra la reforma de las pensiones, que afectará también al transporte ferroviario.
La DGAC precisó que ha comunicado a las compañías aéreas que mañana tendrán que anular un 50% de los vuelos programados en Orly y el 30% en el mayor aeropuerto de la capital, Charles de Gaulle.
Debido al paro de los controladores aéreos también se cancelarán el 30% de las rutas en el aeropuerto de Beauvais, una plataforma a poco más 100 kilómetros de París muy utilizada por compañías de bajo costo, así como muchas otras conexiones en aeropuertos del resto de Francia.
Francia volverá a afrontar nuevas protestas contra la reforma del sistema de pensiones en diversos sectores, que se pueden prolongar en algunos casos ya que la huelga es "prorrogable".
Además se prevé que los efectos de esta quinta huelga contra la elevación de la edad de jubilación (la mínima de 60 a 62 años y de 65 a 67 para tener derecho a una pensión completa) serán más importantes en el transporte ferroviario que en la anterior convocatoria, el pasado 23 de septiembre.
Sólo se mantendrá un tercio de los trenes de alta velocidad habituales con recorridos interiores en Francia, en torno al 40% de los regionales y un porcentaje equivalente de los cercanías de París.
También se han anulado los trenes nocturnos que conectan España con Francia tanto para la próxima noche como para la del martes al miércoles.
En el resto de los servicios internacionales funcionarán con normalidad los de Eurostar que van de París a Londres, y ocho de cada diez Thalys que enlazan la capital francesa con Bélgica, Holanda y Alemania a través de Bruselas, igual que los que se dirigen a Suiza.
Los sindicatos ferroviarios han convocado inicialmente una huelga de dos días, es decir, para el martes y el miércoles.
Pero además, el paro tiene carácter "prorrogable", es decir, que a partir del miércoles las asambleas generales decidirán cada día a primera hora de la mañana si el paro continúa la jornada siguiente.
Con este sistema, de acuerdo con la voluntad de los sindicatos más radicales, la huelga podría prolongarse en algunos sectores clave como transportes o refinerías al menos hasta el sábado, cuando se ha previsto, como mañana, una nueva sesión de manifestaciones.
El reto de los sindicatos es sacar a la calle un número de manifestantes al menos tan importante (entre 2,5 y 3 millones de personas, según sus propias cifras) como en las tres protestas del 7 y 23 de septiembre y del 2 de octubre.
También se prevé que se vea afectado el tráfico de las 85 ciudades donde se han hecho llamamientos al paro en el transporte urbano.
En la educación, el principal sindicato de profesores ha anticipado que cerca de la mitad de los profesores de primaria no acudirán al trabajo.
La refinería de Donges, cerca de Nantes (oeste), se sumará a la inactividad que ya mantienen desde la semana pasada cuatro plantas del Mediterráneo y de la región de Lyon.
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha recomendado a los automovilistas que llenen los depósitos y augura que a finales de esta semana podrían percibirse problemas de escasez de carburante en algunas zonas.
El Gobierno insiste en que no dará marcha atrás en la reforma de las pensiones, que hoy proseguía su tramitación en el Senado, cuando las encuestas muestran que una amplia mayoría de la población está a favor de la huelga de mañana: un 69%, según un sondeo del instituto de encuestas (CSA) publicado hoy, frente a sólo un 16% en contra.
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