Este artículo se publicó hace 13 años.
Nueva protesta contra China acaba con unos 80 detenidos en Vietnam
Unas 80 personas fueron detenidas hoy por la policía en Vietnam, en la séptima semana de protestas contra las pretensiones territoriales de Pekín en las disputadas aguas del Mar de China Meridional.
Alrededor de 300 manifestantes se concentraron delante de la Embajada china en Hanoi y luego marcharon por las calles de la capital con banderas vietnamitas y carteles que reclamaban la soberanía sobre las islas Paracel y Spratly, muy ricas en recursos energéticos.
Centenares de policías con armas automáticas y equipos antidisturbios disolvieron la protesta y arrestaron a unos 60 manifestantes en Hanoi y a otra veintena que se concentraron delante del consulado china en Ho Chi Minh (antigua Saigón).
Las protestas son poco frecuentes en Vietnam donde el régimen comunista ejerce un férreo control sobre la sociedad, pero en las últimas siete semanas las autoridades habían tolerado manifestaciones de unas 500 personas contra las ambiciones territoriales de China.
Human Rights Watch criticó las detenciones y la "violencia contra manifestantes pacíficos" que, según su vicedirector en Asia, Phil Robertson, "muestran de forma desvergonzada el verdadero color autoritario" del gobierno vietnamita.
Esta fue la segunda vez que la Policía disolvió por la fuerza la concentración desde que Vietnam y China acordaron el 26 de junio "encauzar las opiniones públicas de forma correcta" y evitar actos que socaven las relaciones bilaterales.
Tras el acuerdo, buques de guerra vietnamitas y chinos iniciaron patrullas conjuntas de vigilancia en torno a las islas Paracel y Spratly, el principal objeto de la disputa por las sospechas de que en su subsuelo hay reservas de petróleo y gas.
Las relaciones volvieron a enfriarse la semana pasada cuando Vietnam inició unas maniobras navales con Estados Unidos quienes aseguraron que no había nada "inusual o provocativo" en unos ejercicios que China calificó de "inapropiados".
El Mar de China Meridional, de unos 3,3 millones de kilómetros cuadrados, rodeado por media decena de países y poblado por un centenar de islas deshabitadas (los archipiélagos Paracel y Spratly) se está convirtiendo en un creciente foco de tensión coincidiendo con el aumento del interés de Washington en la zona.
Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman total o parcialmente las Spratly, mientras que las Paracel es una disputa particular entre chinos y vietnamitas.
Vietnam y Filipinas han acusado Pekín de cortar cables usados en sondeos sismológicos en la zona en disputa y de amenazar a sus barcos pesqueros.
Manila ordenó el pasado mes cambiar en los mapas nacionales el nombre "Mar del Sur de China" por el de "Mar Occidental de Filipinas", mientras destruía balizas de demarcación colocadas por Pekín e iniciaba unas maniobras militares con EEUU.
China defiende que las disputas se resuelvan con negociaciones bilaterales y exige a EEUU que se mantenga al margen.
El aumento de la tensión coincide con la reunión de ministros de Exteriores del Sudeste Asiático junto a homólogos regionales, entre los cuales el chino, que tendrá lugar esta próxima semana en Bali (Indonesia) y cuya agenda se prevé que esté dominada por la disputa territorial.
En 2002, Pekín firmó con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) un código de conducta mediante el que se comprometieron a emplear el cauce diplomático para evitar un conflicto en el Mar de China Meridional.
"Nos guste o no, es un hecho que la cuestión del Mar de China Meridional ha captado nuestra atención, sobretodo, dada la dinámica que los acontecimientos ha tomado las últimas semanas", dijo el ministro de Exteriores de Indonesia, Marty Natalegawa.
El encuentro culminará el próximo sábado con el Foro de Seguridad de ASEAN en el que también participarán, entre otros, China, EEUU. y Rusia.
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