Este artículo se publicó hace 13 años.
Nueva York prohibirá fumar en parques y playas
Por Basil Katz
La ciudad de Nueva York dio elmiércoles un paso más hacia la prohibición de fumar en parques,playas y otros espacios públicos al aire libre,entre quejas de que el gobierno municipal podría haber idodemasiado lejos en su guerra contra la sal, la grasa y el humo.
El ayuntamiento aprobó por 36 votos a favor frente a 12 encontra las restricciones al tabaco, ampliando una prohibiciónya en vigor de fumar en restaurantes y bares.
El alcalde, Michael Bloomberg, ha dicho que firmaría laley, y tras este paso entraría en vigor 90 días después.
En la sesión del miércoles, los críticos con el proyectodenunciaron los peligros del tabaco, pero dijeron que con estaprohibición el Gobierno se estaba extralimitando.
"Realmente creo que el Gobierno está siendo demasiadorestrictivo en esta cuestión en particular", dijo el concejalRobert Jackson, un demócrata de Harlem. "Es una sociedadtotalitaria que va a tener este tipo de restricciones",agregó.
Con estas restricciones, Nueva York se uniría a ciudadescomo Chicago y San Francisco en su protección a los nofumadores en lugares públicos.
Los encargados de velar por el cumplimiento del proyecto deley serían los miembros del departamento de Parques de laciudad, que dijeron que realizarían una advertencia antes deimponer una multa de 50 dólares. La policía no se encargaría dela prohibición.
La medida incluye la prohibición de fumar en paseosmarítimos y plazas peatonales como la de Times Square, donde laciudad proporciona mesas y sillas.
"Este verano, los neoyorquinos irán a nuestros parques yplayas en busca de aire fresco y diversión y podrán respirar unaire incluso más limpio y sentarse en una playa que no estéllena de colillas de cigarrillos", dijo Bloomberg en uncomunicado.
Durante el gobierno de Bloomberg, la ciudad ha promovidootras medidas sanitarias como una prohibición de las grasastrans en los restaurantes y una exigencia de que losestablecimientos de comidas muestren un recuento de lascalorías en sus menús.
El alcalde también ha hecho campaña para que las compañíasde alimentación reduzcan los niveles de sal en sus productos ypara que el Gobierno federal prohíba la compra de bebidasazucaradas con cupones alimenticios, unos vales federalesutilizados para comprar comida por 42 millones deestadounidenses con bajos ingresos.
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