Este artículo se publicó hace 16 años.
Obama acusa a los republicanos de obstaculizar el sueño americano
El candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que los estadounidenses, acuciados por la crisis económica, no pueden cumplir sus sueños de progresos y prosperidad debido a la "política fallida" del Gobierno republicano.
Obama puso hoy punto final a la Convención Demócrata que se celebró esta semana en Denver y que, entre otras cosas, pasará a la historia por haber confirmado, por primera vez, la candidatura de un afroamericano a la presidencia de EE.UU.
En su discurso, pronunciado ante unas 75.000 personas y en horario de máxima audiencia televisiva, Obama detalló los problemas concretos que acosan a la clase trabajadora, y pidió que, después de ocho años de políticas fallidas, no se vote al republicano John McCain, porque "con ocho basta".
En su opinión, John McCain es "un hombre que se merece nuestro respeto porque ha sido soldado y ha defendido al país con valentía, pero no puede darnos el cambio que se merece EE.UU."
"John McCain ha votado con George Bush el 90 por ciento de las veces. Al senador McCain le gusta hablar de tener criterio, pero realmente ¿qué criterio tienes si piensas que George Bush ha estado en lo cierto en el 90 por ciento de las veces?".
"No sé ustedes pero yo no estoy dispuesto a apostar que la posibilidad de cambio sea del 10 por ciento", dijo hoy Obama a los asistentes al estadio de fútbol americano Invesco Field.
Según dijo, "no creo que al senador McCain no le importe la vida de los estadounidenses. Realmente lo que creo es que no sabe lo que les pasa. ¿Cómo se puede explicar que defina la clase media como la familia que ingresa más de cinco millones de dólares al año?"
El senador, que hace solo cuatro años era una figura desconocida en la política nacional, recordó que su vida y su experiencia reflejan lo que significa el sueño americano, pues fue capaz de salir adelante con "sacrificio y trabajo".
"La creencia de que podemos lograr todo lo que nos propongamos es lo que ha caracterizado a este país. Pero ahora esta creencia está en peligro, porque estamos en un momento en que estamos en guerra, nuestra economía está agitada, y el sueño americano está, de nuevo, bajo amenaza", dijo.
Así, recordó que muchos estadounidenses están en paro o cobran menos, han perdido sus casas y no pueden llenar el depósito del automóvil o pagar la educación de sus hijos.
"El Gobierno no ha sido el causante de todos estos problemas, pero el fracaso en afrontarlos sí es culpa del Gobierno fallido de George W. Bush y de la política quebrantada que se hace en Washington".
"Estados Unidos es mucho mejor que lo que hemos vivido en estos ocho años. Somos mucho mejor que todo eso".
En su opinión, una de las diferencias que separan a los demócratas de los republicanos es la forma de entender el progreso.
"Nosotros lo medimos por la cantidad de gente que tiene un trabajo que le permite pagar la hipoteca, o ahorrar para la educación de sus hijos. Nosotros no lo medimos por el número de multimillonarios que hay en nuestro país o por los beneficios de nuestras corporaciones", apuntó.
Ante este aforo multitudinario, Obama recordó las promesas que ha lanzado durante su campaña, como reducir los impuestos "para el 95 por ciento de la población", y no solo a las grandes corporaciones.
También se comprometió a promover la energía alternativa con una inversión de 150.000 millones de dólares en la próxima década, para acabar con "nuestra dependencia del petróleo de Oriente Medio".
Otra de las promesas de campaña son mejorar la educación en el país, así como extender la cobertura sanitaria para hacerla universal, uno de los temas que más defendió en las primarias su rival, la senadora Hillary Clinton.
En política exterior, uno de los ámbitos donde los republicanos más le han criticado por su inexperiencia, recordó en que se opuso desde el principio a la guerra de Irak y anunció que acabará con la presencia militar en este país "de manera responsable".
En materia de defensa, se comprometió a defender EE.UU. y a enviar las tropas al exterior, pero "con el equipamiento adecuado y con las condiciones y beneficios que se merecen".
Al final de su discurso, recuperó el mensaje de cambio y de ilusión que defendió hace cuatro años cuando, todavía un desconocido, tomó la palabra en la Convención de 2004 para hablar de sus ideales.
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