Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama condena la negación del Holocausto
Su visita al campo de concentración de Buchenwald se convierte en el acto principal de su viaje a Alemania // Resalta los lazos con Israel pero insiste en la necesidad de un Estado palestino
Barack Obama visitó ayer por primera vez un antiguo campo de concentración nazi. "Nunca voy a olvidar lo que he visto", dijo el presidente de EEUU después de recorrer Buchenwald durante 45 minutos de la mano de la canciller alemana, Angela Merkel, y un superviviente del campo, el Nobel de la Paz de origen rumano Elie Wiesel, de 80 años.
El presidente lanzó un mensaje claro a los que niegan el Holocausto: "Este lugar es la prueba definitiva" de que no tienen razón. La visita le convenció una vez más de que "no se puede decir que el sufrimiento de los demás no tiene nada que ver con nosotros". Merkel elogió el "importante" discurso de Obama el día anterior en El Cairo, donde el presidente ya había calificado la negación del Holocausto de "inmotivada, ignorante y repugnante".
«Nunca voy a olvidar lo que he visto aquí» dijo ayer el presidenteBuchenwald, en los alrededores de Weimar, fue el principal destino de Obama en su visita a Alemania, que concluyó anoche con una visita a soldados estadounidenses heridos en Irak y Afganistán que se recuperan en un hospital militar de Landshut, al sur del país. El presidente continuó luego su viaje a Normandía. Obama y Merkel se desplazaron a Buchenwald en dos helicópteros desde Dresde, donde el presidente pasó la noche.
La visita al campo de concentración tuvo una motivación personal para Obama, porque su tío-abuelo Charles Payne estuvo entre los soldados que en 1945 liberaron Ohrdruf, un subcampo de Buchenwald. "Fue una conmoción para ese hombre joven", dijo Obama. "Este lugar nos enseña que tenemos que permanecer siempre alerta para que el mal no se propague", añadió, para agradecer a continuación a los alemanes sus esfuerzos por digerir su pasado histórico.
56.000 muertos
La prensa alemana insiste en que Obama y Merkel no se entiendenBuchenwald, donde perecieron unos 56.000 de sus 250.000 presos entre 1937 y 1945, fue el primer campo liberado por las fuerzas de EEUU. En él estuvieron recluidos y murieron muchos republicanos españoles capturados por los nazis tras dejar España rumbo al exilio.
Obama y Merkel depositaron sendas rosas blancas en el monumento a los presos. Los periodistas tuvieron que seguir la visita a través de una pantalla gigante en el exterior. No hubo imágenes de los dos gobernantes en el crematorio.
Si Obama eligió El Cairo para su discurso al mundo musulmán y Normandía para recordar que EEUU trajo la paz a Europa hace 64 años, algunos observadores interpretan el recorrido por el campo de concentración nazi como un gesto de deferencia hacia Israel, donde su discurso del jueves no fue bien acogido. Para otros, sin embargo, esta visita tiene que ver sobre todo con la historia personal del "tío Charles".
Obama creyó al principio erróneamente que su pariente había liberado Auschwitz (donde no entraron los americanos, sino el Ejército Rojo)
"En ese caso, Obama probablemente ni siquiera hubiera pasado ahora por Alemania", escribió Marcus Jauer en Frankfurter Allgemeine. De modo parecido lo vio Ralph Bollmann en Die Tageszeitung: "Más bien parecía que Merkel se había colado en el programa de Obama".
Antes de partir para Buchenwald, Obama subrayó en Dresde que EEUU e Israel están unidos por "lazos fuertes y duraderos", pero insistió en que la solución del conflicto pasa por la fundación de un Estado palestino.
Obama dijo que su alocución en El Cairo "fue sólo un discurso", ya que "tenemos un trabajo duro por delante". Recordó que su enviado especial para Oriente Medio, George Mitchell, viaja de nuevo a la región la próxima semana.
Merkel ofrece su apoyoEl presidente de EEUU dijo ser consciente de la dificultad de resolver el conflicto, cuya solución EEUU no puede imponer a israelíes y palestinos. "EEUU no puede resolver en solitario el problema", insistió. Merkel le ofreció todo su apoyo en este conflicto, como también en el caso del programa nuclear iraní y en la lucha contra la crisis económica.
El presidente se mostró muy cordial con la canciller alemana. El gesto de pasar brevemente el brazo sobre el hombro de la canciller cuando ambos abandonaron la tribuna de la rueda de prensa en Dresde fue observado con atención, porque la prensa alemana insiste en que Obama y Merkel no acaban de entenderse.
Muchos observadores ven una señal de ello en la circunstancia de que Obama no se desplazara a Berlín para reunirse con la canciller, a pesar de que el presidente también visita Francia (Normandía) sin ir a París a hablar con Nicolas Sarkozy. Obama aseguró que EEUU y Alemania, como sus respectivos gobiernos, tienen unas relaciones "excelentes", y que aprecia el "sabio consejo" de Merkel. La canciller dijo que "es realmente divertido trabajar con el presidente de EEUU".
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