Obama dice que sopesaría una exploración de petróleo en ultramar

El aspirante presidencial demócrata, Barack Obama, dijo hoy que apoyaría una exploración limitada de yacimientos marinos de petróleo para reducir el precio de la gasolina y la dependencia de EE.UU. del petróleo extranjero.

Hasta ahora Obama se oponía rotundamente a la idea, pero, de gira por Florida, dejó entrever que apoya un esfuerzo bipartidista en el Congreso que incluye la exploración de petróleo en ultramar, aunque de forma limitada.

"Me interesa que nos aseguremos de que tenemos el tipo de política energética integral que pueda disminuir los precios de la gasolina", explicó Obama durante una entrevista con el diario The Palm Beach Post.

Si eso significa lograr un consenso sobre una estrategia de exploración petrolera "bien pensada" que evite un daño ecológico significativo, "no quiero ser tan inflexible que no logremos nada", agregó.

Más adelante, Obama dijo en una declaración escrita que aún tiene dudas sobre la capacidad de este tipo de proyectos para reducir los precios de la gasolina a corto plazo, o para disminuir la dependencia del petróleo extranjero a largo plazo.

Sin embargo, señaló: "Apoyo el establecimiento de un proceso que nos permitirá decidir sobre futuros proyectos de exploración en base a la ciencia y los hechos".

Según varias encuestas de opinión, la mayoría de los votantes estadounidenses apoya la exploración de yacimientos marinos de petróleo para hacer frente al alza de los precios de la gasolina.

El candidato republicano, John McCain, respalda la idea de ampliar la exploración de hidrocarburos.

Obama apoya un proyecto de ley presentado hoy por una decena de senadores de ambos partidos que busca un aumento en la producción nacional de petróleo y fomenta el desarrolla de recursos alternativos de energía.

El Congreso inició hoy su receso legislativo de agosto sin ponerse de acuerdo sobre cómo responder al alto costo de la gasolina, algo que se perfila como uno de los temas dominantes de la contienda electoral.

Se prevé que los legisladores reactiven el debate sobre el futuro de la política energética de Estados Unidos a su regreso el próximo 8 de septiembre.