Obama no era favorito para el Nobel

Afganistán era el mayor problema para la elección del presidente de EEUU, Barack Obama, como Premio Nobel de la Paz 2009. Por eso tres de los cinco jueces que participaron el pasado viernes en la votación se opusieron al nombramiento según desvela hoy el diario noruego VG.

Según el periódico, la representante en el comité del Partido del Progreso, Inger-Marie Ytterhorn, la conservadora Kaci Kullmann Five y la socialista Ågot Valle mostraron objeciones a la concesión del Nobel a Obama por la situación del conflicto en Afganistán. Ytterhorn, la más reacia, mostró sus dudas sobre la capacidad de Obama para mantener su compromiso internacional frente a los problemas de política nacional y objetó que era demasiado pronto para darle el premio, ya que apenas lleva diez meses en el cargo.

"Había esperado más debate, en especial sobre lo que considero problemático, la guerra en Afganistán", dijo a VG Valle.

Críticas a la elección

El mayor defensor de Obama fue el presidente del comité, el laborista Thorbjørn Jagland, quien contó con el apoyo firme de su compañera de partido Sissel Rønbeck, de acuerdo las informaciones del diario. "El proceso ha sido completamente normal y la decisión es unánime", declaró este viernes Jagland, que en los últimos días ha tenido que defender frente a las críticas públicas la elección de Obama para el premio.

Se esperaba una mayor crítica por parte del comité sobre el conflicto de Afganistán

En su motivación, el Comité Nobel resaltó los "esfuerzos extraodinarios para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos" de Obama, dando especial importancia a su visión y su trabajo por "un mundo sin armas nucleares". El Comité Nobel habló también del "nuevo clima" en la política internacional surgido con la llegada de Obama, en el que la diplomacia multilateral ha reconquistado un papel central, enfatizando el papel de la ONU y otras instituciones.

Los cinco miembros del comité son nombrados por un período de seis años por el Parlamento noruego, de acuerdo con la correlación de fuerzas entre las formaciones políticas.