Este artículo se publicó hace 14 años.
Obama pone en camino una agenda renovada tras su discurso
El presidente Barack Obama puso en marcha el jueves una agenda de trabajo renovada, con la esperanza de convencer a los estadounidenses de que su prioridad es fomentar el empleo y la economía en un intento por recuperar popularidad.
La mañana después de su discurso sobre el Estado de la Unión, en el que trató de reconectarse con el público, Obama se dirigió a Tampa, en el estado de Florida.
El mandatario dará a conocer en Florida un fondo de 8.000 millones de dólares en garantías para proyectos de ferrocarriles de alta velocidad, que según la Casa Blanca crearán empleos y transformarán el sistema de transporte por tren de Estados Unidos.
Con un bajo nivel de aprobación en los sondeos y un mandato cuestionado tras su primer año en el poder, Obama intentó demostrar a los telespectadores el miércoles por la noche que entendía su difícil situación causada por una frágil recuperación económica y un desempleo del 10 por ciento.
El presidente declaró que la creación de empleos era "la prioridad número uno del 2010" y prometió no abandonar su lucha por la reforma sanitaria, pese a la sorprendente pérdida de los demócratas de un escaño clave en el Senado la semana pasada, que puso en peligro su agenda legislativa.
En un signo de las dificultades que afronta Obama, el senador republicano John McCain, ex rival en las elecciones presidenciales, dijo al canal CBS que no respaldaría la iniciativa del mandatario para un nuevo proyecto de ley de empleos, argumentando que sería sólo la repetición de una política fallida.
RETORICA MENOS SEVERA
Obama, que ha tenido que luchar contra la recesión económica y los conflictos en Irak y Afganistán, admitió que cometió errores y que su primer año en el cargo ha sido difícil.
Sin embargo, el mandatario prometió no dejar de lado sus esfuerzos por terminar con el bipartidismo de Washington y llevar adelante su ambiciosa agenda sobre una reforma financiera, salud, energía y cambio climático, incluso pese a que muchos demócratas temen perder sus puestos en los comicios legislativos de noviembre.
"Nosotros no renunciamos, no renunciamos", dijo ante el Congreso, dividido en líneas republicanas y demócratas sobre las políticas de Obama.
"Déjennos coger este momento (...) para comenzar de nuevo, para impulsar este sueño y fortalecer nuestra unión una vez más", declaró.
El presidente se comprometió a aprobar nuevas reglas para Wall Street, pero dijo que no estaba "interesado en presionar a los bancos", comentarios que impulsaron los futuros de acciones estadounidenses, dado que parecían dejar un poco de lado una dura retórica.
Obama sostuvo que trabajaría para sacar a Estados Unidos "del masivo agujero fiscal" y dijo que estaba dispuesto a usar su poder de veto para establecer disciplina en el presupuesto.
que llegó a un récord de 1,4 billones de dólares en 2009 o el 10 por ciento del Producto Interior Bruto - caiga levemente este año a 1,35 billones de dólares, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Obama prometió duplicar las exportaciones en cinco años para ayudar a crear empleos, un anuncio que afectó al dólar y llevó a algunos en el mercado a pensar que el Gobierno podría buscar una divisa estadounidense más débil.
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