Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama presiona a China por el yuan mientras Hu guarda silencio
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó el martes a una reacia China a que permita que su moneda se aprecie, en una reunión donde las tensiones comerciales entre ambos gigantes se filtraron entre las proclamaciones de buena voluntad.
De pie junto a Obama después de la reunión, el presidente de China, Hu Jintao, evitó mencionar el yuan o el dólar.
En lugar de eso, Hu enfatizó durante una comparecencia conjunta ante los medios la necesidad de evitar el proteccionismo comercial, en una referencia levemente velada a la irritación china por los nuevos aranceles estadounidenses a los neumáticos, tubos de acero y otros productos chinos.
Con la tasa de desempleo en Estados Unidos en el 10,2 por ciento, una de las prioridades centrales de Obama durante su viaje de tres días a China es presionar a Pekín respecto al enorme desequilibrio comercial entre ambas naciones, una estrategia que él cree despejaría el camino para mayores oportunidades de exportación estadounidense.
Washington sostiene que un yuan infravalorado pone en desventaja a los fabricantes estadounidenses y contribuye a los desequilibrios económicos globales.
"Me complace notar el compromiso chino ya hecho en declaraciones pasadas de avanzar hacia un tipo de cambio más orientado al mercado con el paso del tiempo", dijo Obama mientras Hu permanecía de pie a su lado en una tarima con tres banderas chinas y otras tantas estadounidenses como fondo.
Obama dijo que las medidas de China sobre su tipo de cambio podrían "hacer una contribución esencial al esfuerzo para el reequilibrio global".
Hu declaró que los dos líderes hablaron sobre la necesidad de mantenerse en estrecho contacto respecto a "políticas financieras y macroeconómicas y continuar con las consultas para resolver adecuadamente y afrontar las fricciones en la economía y el comercio".
"Resaltó que bajo las actuales circunstancias, necesitamos oponernos a toda clase de proteccionismo comercial incluso con más fuerza", dijo Hu.
Sun Zhe, director del Centro para las Relaciones EEUU-China en la Universidad Tsinghua en Pekín, dijo que el silencio de Hu sobre el tema cambiario podría deberse en parte a la reticencia de China a que parezca que hace concesiones bajo presión extranjera.
"Personalmente pienso que debería haber algún ajuste leve, simbólico sobre la política de tipos de cambio después de que Obama se vaya, pero no durante la visita", dijo Sun.
"Pero no esperen mucho. China cree que el principal problema no es la debilidad del yuan sino la debilidad del dólar. La creencia aquí es ¿Por qué nosotros deberíamos ser el chivo expiatorio por vuestros problemas con el dólar?", agregó.
El asunto cambiario ha provocado cruces polémicos de declaraciones en los últimos días entre responsables chinos y estadounidenses.
El ministro de Comercio de China rechazó el lunes las peticiones de apreciación del yuan, mostrando la resistencia a un cambio en la controvertida política cambiaria.
La presión externa ha crecido sobre Pekín para que deje que el yuan se aprecie tras más de un año de estar casi congelado contra el dólar, y la última petición en ese sentido la formuló el lunes el jefe del Fondo Monetario Internacional.
COREA DEL NORTE E IRÁN SOBRE LA MESA
Además de discutir sobre temas económicos, ambos líderes hablaron sobre Corea del Norte e Irán, y prometieron cooperar para combatir el calentamiento global.
El líder chino dijo que ambas partes veían señales de una recuperación económica global pero destacó que aún queda camino por recorrer.
En un comunicado conjunto difundido poco después de la reunión, ambos líderes señalaron que estaban "determinados a trabajar juntos para alcanzar un crecimiento económico global más sostenible y equilibrado", haciéndose eco de la posición del G-20 sobre resolver desequilibrios peligrosos.
Obama dijo que había manifestado a China que todas las minorías deberían disfrutar de los derechos humanos e instó al gigante asiático a reiniciar las conversaciones con representantes del Dalai Lama, líder espiritual de Tíbet.
Varios miles de ciudadanos chinos se reunieron más temprano en la Plaza de Tiananmen, en el centro de Pekín, en un día frío y despejado para observar el paso de la caravana de vehículos de Obama.
Su convoy desaceleró al pasar frente a un retrato gigante de Mao Tse Tung, fundador de la China comunista.
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