Obama propone descuentos en viviendas por eficiencia energética

El presidente estadounidense, Barack Obama, propuso el martes descuentos de hasta 3.000 dólares (unos 2.200 euros) para ayudar a que la población haga sus casas más eficientes energéticamente, como parte de un programa de 6.000 millones de dólares que apunta a crear empleos.

En su último paso para convencer a los desencantados estadounidenses de que puede resolver sus problemas económicos, Obama viajó hasta el Colegio Técnico de Savannah, en Georgia, para revelar el plan con el que pretende crear miles de empleos.

El anuncio se produce después de que el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Summers, dijera que las duras tormentas del invierno distorsionarían las cifras de desempleo en febrero, que se conocerán en un informe del viernes.

La actividad en el sector de la construcción se vio duramente afectada por las tormentas de nieve, pero muchos restaurantes y tiendas también se vieron forzados a cerrar, poniendo un freno a los planes de contratación y dejando en la calle temporalmente a algunos empleados.

El plan de eficiencia, que debe ser aprobado por el Congreso, trata de llevar a los estadounidenses a invertir en casi todo, desde aislamiento de sus hogares a nuevas ventanas para mejorar el uso de la energía, lo cual crearía empleos en la construcción y en la manufactura y sería beneficioso desde el punto de vista ecológico.

Los consumidores podrán solicitar ayudas de entre 1.000 y 1.500 dólares para mejoras en sus viviendas como aislamientos, sellar conductos, calefactores de agua, aparatos de aire acondicionado, ventanas, pisos y puertas.

Los propietarios de viviendas que buscan adaptaciones energéticas más profundas podrán participar en un plan de descuentos de hasta 3.000 dólares, si las medidas se traducen en un ahorro del 20 por ciento de la energía de su vivienda.

"Estos son grandes incentivos. Ustedes recibirán estos descuentos directamente de la tienda de herramientas o del contratista", dijo el presidente de Estados Unidos.

Obama, cuyo plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares aprobado hace un año ha sido criticado por los republicanos, que lo han calificado como un desperdicio de dinero que no logró crear empleos, reconoció que estas propuestas para emplear energía limpia será recibido con oposición.

Con el desempleo justo por debajo del 10 por ciento, los estadounidenses están preocupados por el estado de las finanzas del país, lo cual llevó la popularidad de Obama al 50 por ciento o incluso menos, a unos meses de las elecciones legislativas de noviembre.

El programa implica un rango de incentivos para los consumidores, incluyendo descuentos en las tiendas que venden los materiales de construcción, las compañías que instalan los equipos y los programas de eficiencia energética.