Los obispos dicen que ETA no puede ser representante político de ningún sector

La nota sobre las próximas elecciones generales hecha pública hoy por la Conferencia Episcopal señala, en una breve referencia al terrorismo de ETA, que la sociedad no puede reconocer a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población.

Esta afirmación, así como otros puntos contenidos en la nota sobre el 9-M, está recogida de un documento más extenso, aprobado por la Asamblea Plenaria de la CEE el pasado 23 de noviembre, en la que los prelados dan una serie de orientaciones morales en torno a la situación de España, que analizaron entonces en profundidad.

Los obispos afirman también que el terrorismo es una práctica "intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable" y que no "sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo".

Por ello, para la CEE, "una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".

Los obispos también hablan de los nacionalismos en base a lo que señalan en la pastoral de 2006 y dicen que la Iglesia "reconoce, en principio, la legitimidad de las posiciones nacionalistas que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretendan modificar la configuración política de la unidad de España".

Y tras citar a Juan Pablo II en unas palabras a los obispos italianos sobre los peligros del separatismo, dicen que "hay que evitar los riesgos de manipulación de la verdad histórica y de la opinión pública en favor de pretensiones particularistas o reivindicaciones ideológicas".

La CEE finaliza el documento aprobado en esta reunión de la Permanente recordando que en este momento de la sociedad española "algunas situaciones concretas deben ser tenidas muy particularmente en cuenta.

Y así se refieren a la necesidad que tienen los inmigrantes de atención y ayuda, así como los jóvenes, las mujeres "amenazadas y humilladas" por la violencia doméstica, los niños "objeto de explotaciones y de abuso" y los que no tienen casa ni ayuda.