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Obras de Goya, Zurbarán y Ribera, bajo el martillo en Londres

EFE

Obras tan destacadas como distintas de tres grandes pintores españoles, Goya, Zurbarán y Ribera, se ofrecen al mejor postor el próximo 8 de julio en la sala Sotheby's, de Londres.

El cuadro con un precio de salida más alto, de 2,8 a 3,9 millones de euros, es también el más pequeño y representa a Manuel Godoy, el valido del rey español Carlos IV, a caballo.

Mide 55,2 por 44,5 centímetros, Goya lo pintó en 1794, y está claramente inspirado en el retrato ecuestre de Felipe IV de Velázquez, un pintor muy admirado por el genial aragonés.

Es más que probable, según los expertos, que se tratase de un estudio, perfectamente acabado y de muy delicada ejecución, para un retrato ecuestre del favorito de la reina María Luisa que Goya nunca llegó, sin embargo, a realizar.

Godoy aparece en él vestido con el uniforme de la Guardia de Corps y se creía que era el primer retrato que hizo Goya del valido hasta que unas radiografías demostraron que había otro anterior, aproximadamente del mismo tamaño, aunque con el rostro repintado más tarde, al parecer por manos ajenas: es el titulado "Un garrochista".

El cuadro de Francisco de Zurbarán que se ofrece en la misma subasta londinense de Viejos Maestros es también un retrato, el del doctor Juan Martínez Serrano, aunque de gran formato - 193 por 107 centímetros- y su precio de salida oscila entre 900.000 y 1,35 millones de euros.

Martínez Serrano era un eclesiástico y profesor de Segovia nacido en 1578 y fallecido en 1653 que ocupó una cátedra de teología en el Colegio Mayor de San Salvador, en Sigüenza.

La mayoría de los expertos fechan el retrato en los años treinta de ese siglo y algunos suponen que Zurbarán lo pintó durante su estancia en Madrid en 1634, cuando se dedicó a decorar el Salón Grande del Nuevo Palacio del Buen Retiro.

Hay quien, sin embargo, lo considera un retrato póstumo encargado al pintor por el Colegio en honor de tres profesores fallecidos, por lo que se cree que Zurbarán lo habría pintado en su última etapa madrileña, entre 1658 y 1664, aunque la extraordinaria viveza de rasgos parece desmentir, para otros, esa hipótesis.

En cualquier caso es un retrato que se asemeja mucho al de un desconocido doctor en derecho de la Universidad de Salamanca, que se conserva en el Stewart Gardner Museum de Boston (EEUU), y se supone que, por ser ambos de las mismas dimensiones, estuvieron tal vez colgados en el mismo salón.

Ninguno de los dos retratos adula al personaje: en el de Martínez Serrano, la voluminosa toga color marrón no oculta la voluminosa figura del teólogo segoviano, a quien se representa de pie, junto a una mesa verde, pese a los exagerados pliegues verticales de su atuendo.

El cuadro de José de Ribera que se subasta el mismo día es de tema mitológico y es una representación de Prometeo, el titán que se atrajo las iras de Júpiter al robar el fuego para dárselo a los hombres.

El cuadro, también de gran tamaño (193,5 por 155,5 centímetros) y con un precio estimado de entre 885.000 y 1,33 millones de euros, pertenece a Barbara Piasecka Johnson, viuda de J. Seward Johnson, uno de los fundadores de la firma de productos médicos y farmacéuticos Johnson and Johson, que vende ahora parte de su riquísima colección de arte.

El "Prometeo" de Ribera es una de los obras más dramáticas y violentas del pintor valenciano en cuanto a la representación de la figura, que aparece de perfil, encadenado a una roca, gritando de dolor y con una gran herida en el costado causada por los picotazos del águila que bajaba diariamente a comerle el hígado.

El cuadro que ahora se ofrece en subasta es, según Sotheby's, el primero de un grupo de obras inspiradas en los titanes que Ribera pintó en la década de los treinta del siglo XVII, de los que sólo se conservan tres originales: los otros dos están en el madrileño museo del Prado.

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