Este artículo se publicó hace 16 años.
Obras maestras del París de los años 20 en una galería londinense
La galería londinense Helly Nahmad muestra estos días, en coincidencia con la recién inaugurada feria Frieze de arte contemporáneo, auténticas obras maestras de las vanguardias del París de los "felices años veinte".
Titulada "Los años Locos", la exposición, cuyo comisario es Norman Rosenthal, ex director de la Royal Academy of Arts, reúne a algunos de los grandes maestros de aquellos años como Picasso, Braque, Gris, Léger, Mondrian, Ernst, Kandinsky o Magritte.
Durante esta semana, las principales salas de subastas, Sotheby's y Christie's, parecen museos de arte contemporáneo - tal es la calidad de las obras que ofrecen ambas al mejor postor- y las galerías comerciales no quieren quedarse atrás.
Entre éstas destaca sin duda la Helly Nahmad, una galería especializada en impresionistas y maestros modernos que hace dos años nos regaló con otra extraordinaria exposición dedicada a la producción de Picasso en la villa "La Californie".
La que ahora presenta, pequeña en tamaño, impresiona, sin embargo, por la calidad de las piezas elegidas.
Así, de Picasso se muestran dos exquisitos bodegones de los años 1920 y 1924, un delicioso "pequeño Pierrot con flores" y algunas de esas imponentes figuras de bañistas o mujeres del Mediterráneo, de su período clásico.
De George Braque es un sólido desnudo de mujer sentada, que parece una diosa del Mare Nostrum, mientras que Juan Gris nos ofrece un excelente retrato masculino de 1923 en el que dominan las líneas ondulantes y una fuerte tendencia a la simetría.
En otras obras se nota la influencia directa del nuevo espíritu del purismo: el racionalismo, el idealismo geométrico, la tecnología moderna y el industrialismo utópico.
La elegancia y la geometría presiden tanto una obra abstracta de Kandinsky titulada "Spitz" (1927) como el cubismo esquemático de Fernand Léger en composiciones como "Les Pipes" (1925), "Le mannequin au damier" (1927) o el bodegón "Grappes et poisson" (1927).
"Le Cinéma Bleu", de René Magritte, que muestra a una mujer con un abanico delante de una pórtico columnado tras el cual se eleva un montgolfier, coquetea con el art déco, mientras que "La Saucisse Casquée", del mismo artista, es surrealismo en estado puro.
Giorgio de Chirico nos presenta a sus enigmáticos gladiadores, a sus musas melancólicas, sus caballos encabritados junto al mar y otras misteriosas composiciones como la titulada "Mobili nella valle", en la que una silla blanca y un sillón rojo parecen dialogar frente a un armario.
Están también la poesía y el humor surrealistas de Joan Miró, los paisajes primordiales y metafísicos de Yves Tanguy, los paisajes lunares o las criaturas fantásticas y mitológicas de Max Ernst.
Los años veinte fueron un momento privilegiado antes de la catástrofe: un instante luminoso entre el final de la Primera Guerra Mundial y la quiebra de 1929 en Wall Street y eso es lo que trata de reflejar esta pequeña aunque gran exposición.
Fueron años dominados por los ritmos del jazz y del charlestón, la iluminación eléctrica de las ciudades, las promesas de velocidad del transporte aéreo, el cine, el nuevo erotismo en las playas, el cosmopolitismo, pero en los que al mismo tiempo se estaban gestando los que iban a ser los nuevos totalitarismos.
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