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Los obstáculos comerciales crecen en la UE en 2011, sobre todo por los impagos

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Una de cada seis empresas españolas tuvieron obstáculos comerciales en el mercado único europeo entre febrero de 2010 y abril de 2011, lo que supuso un aumento respecto al mismo período precedente, y la mayoría de las dificultades se debieron a retrasos en los pagos.

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Según el décimo informe "Línea abierta para la identificación de problemas de las empresas españolas en el Mercado Único Europeo", presentado hoy, el número de empresas que denunciaron problemas comerciales pasó del 12,5 % registrado entre 2009 y 2010 al 16 % que lo hizo entre 2010 y 2011.

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La mitad de los problemas se derivaron de trabas en los contratos y retrasos de pagos o impagos, mientras que los obstáculos referidos a las normas técnicas, como el no reconocimiento de certificados u homologaciones, ocuparon el segundo lugar.

La competencia desleal de grandes clientes en precios o plazos de entrega fue el tercer gran obstáculo con el que se encontraron las empresas españolas, mientras que los sectores agrícola, de transformados y bebidas, de bienes de equipo y químico fueron los que registraron mayor número de problemas.

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Asimismo, los países que fueron más denunciados por acumular un mayor número de trabas fueron Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido, ya que entre los cinco sumaron el 74 % de todos los obstáculos recogidos.

El informe anual fue elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, la CEOE y el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), y presentado por el secretario de Estado de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, y por el secretario general de la CEOE, José María Lacasa.

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Según el estudio, que recoge las relaciones comerciales de bienes y mercancías, de las 900 empresas entrevistadas, 156 registraron algún tipo de problema con el funcionamiento del mercado intracomunitario y los obstáculos denunciados ascendieron a 568.

Añade que los retrasos en los pagos representaron más del 50 % del total de todos los problemas señalados, lo que "provoca un efecto negativo sobre la liquidez de las pymes y suponen la financiación de los clientes a costa de los proveedores".

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Para Lacasa la crisis económica ha hecho aumentar el número de problemas y en algunos sectores como en el del vino o en el del aceite los retrasos superaron los 120 días, tras el plazo acordado entre cliente y proveedor.

Denunció el "importantísimo" impacto negativo que tienen estas dificultades sobre el empleo y recordó la necesidad de que el mercado interior europeo se mantenga "abierto" y cumpla las directivas liberalizadoras de la UE, ya que "los pocos brotes verdes que tiene la economía española están en la internacionalización de las empresas".

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Bonet también dijo que en tiempos de crisis económica "es cuando hay que abrir más las fronteras y no cerrarlas", y recordó que el comercio de mercancías español supone tres cuartas partes del comercio intracomunitario.

No obstante, señaló que este mercado no es incompatible con un aumento del comercio español con los países en desarrollo.

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"Sería bueno que dos tercios de las exportaciones se redujeran en favor de los países emergentes", puntualizó, tras indicar que el crecimiento económico de estos estados está directamente relacionado con la aceleración de las ventas españolas.

"Para la economía española es importante la diversificación de la base de clientes", apostilló, después de que Lacasa subrayara que España tiene una cuota de mercado en la UE bastante superior a la que tienen otros países europeos de peso similar.

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Bonet se refirió además a la importancia de garantizar la libre circulación de servicios dentro la Unión Europea, ya que sólo un 8 % de las pymes comercializa este sector en el mercado intracomunitario.

Recalcó que la liberalización de los servicios supondría un incremento de entre el 0,6 % y del 1 % del PIB y dijo que el empleo crece el doble en este sector.

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