Este artículo se publicó hace 11 años.
La OEA condena a los países europeos implicados en el incidente de Morales y pide que se disculpen
La Organización de Estados Americanos aprueba por consenso esta resolución a pesar de la oposición de Estados Unidos y Canadá.
La OEA reflejó hoy el descontento de gran parte de Latinoamérica ante la actuación de varios países europeos en el incidente del avión del presidente de Bolivia, Evo Morales, en una dura resolución marcada por una condena explícita y una petición de disculpas. Pese a las reservas de Estados Unidos y Canadá, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó por consenso una resolución con la que se suma a la denuncia expresada el jueves por seis países de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) respecto a las trabas al sobrevuelo del avión de Morales el 2 de julio.
El texto hace "un firme llamado a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España para que brinden las explicaciones necesarias sobre los hechos ocurridos" con Morales, "así como las disculpas correspondientes".Además, resuelve "condenar las actuaciones que violan las normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado".
Las explicaciones ofrecidas en la reunión por los embajadores ante la OEA de España, Italia, Francia y Portugal, y la oposición expresada por Estados Unidos, Canadá y Panamá a la intervención del organismo en el asunto no evitaron que se emitiera una clara condena tras nueve horas de negociaciones, seis de ellas a puerta cerrada. Finalmente, los representantes coincidieron con el análisis del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que consideró que el incidente debía "ser condenado con energía" por tratarse de una "grave ofensa" a un presidente, y porque los hechos "no han sido aclarados"."Este tema se va a cerrar, y aprobaremos una resolución, pero estas cosas dejan una herida, y la mejor forma de que esa herida se cure, es que sepamos lo que realmente pasó" ese día, dijo Insulza.
El ministro boliviano de Gobierno tacha de "grotesca" la petición del embajador español de entrar en el avión para "tomar un cafetito"
Bolivia acusa a España, Francia, Italia y Portugal de dificultar o impedir el sobrevuelo por sus territorios del avión de Morales, ante la sospecha de que en él viajaba el extécnico de la CIA Edward Snowden, reclamado por Estados Unidos bajo cargos de espionaje. El ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero, condenó el "grave atentado contra el presidente Morales" y puso especial énfasis en su denuncia de la actuación de España, y en concreto del embajador español en Viena, Alberto Carnero. Romero tachó de "grotesca" la petición de Carnero de entrar en la aeronave para "tomar un cafetito" con Morales durante la escala de 13 horas del presidente boliviano en Viena, algo que respaldaron los representantes de Venezuela y Nicaragua ante el organismo.
El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, ha accedido a pedir disculpas a Morales si cree que ha habido "algún malentendido" durante su retención en Viena, algo que Romero calificó de "avance importante". El embajador de España ante la OEA, Jorge Hevia, lamentó que la declaración final no tuviera un tono "más positivo" y afirmó que hubo "un poco de teatro" en las negociaciones, dado que parte del contenido del documento "ya estaba pactado".
Mientras, el representante italiano, Sebastiano Fulci, consideró "muy grave" que la OEA mencionara a su país en la resolución, y que "se transformó en tribunal que juzgó a Italia culpable sin pruebas". El representante interino de Argentina ante la OEA, Martín Gómez Bustillo, celebró la resolución con un "todos somos Bolivia", al asegurar que el organismo "no podía dejar pasar por alto" lo ocurrido a Morales, que calificó como "una flagrante violación del derecho internacional, un atropello, una táctica neocolonial".
Para EEUU y Canadá "hay interpretaciones contradictorias de los hechos que rodean los acontencimientos. Pero Estados Unidos y Canadá expresaron su desacuerdo con la resolución en sendas notas a pie de página, que en ambos casos subrayan que hay "interpretaciones contradictorias de los hechos que rodean" los acontecimientos del 2 de julio y que el asunto debe resolverse a nivel bilateral entre Bolivia y los países europeos."No es útil ni apropiado que la OEA se pronuncie" sobre el asunto, reza la nota a pie de página emitida por Estados Unidos.
Durante la reunión, Nicaragua llegó a proponer que se analice "si existen condiciones apropiadas para continuar realizando la Cumbre Iberoamericana y la Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe", una medida que no encontró demasiado eco.
La resolución final incluye, a petición de El Salvador, un párrafo que hace "un llamado al diálogo respetuoso y constructivo entre las partes conforme las normas del derecho internacional y los mecanismos de solución pacifica de controversias". Además, el texto expresa la "solidaridad de los Estados Miembros de la OEA" con Morales, subraya la "vigencia plena" de las normas internacionales y encomienda a la secretaría general que "dé seguimiento al contenido" de la resolución.
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