Las ofertas de la empresa viaria francesa a los sindicatos abren mejores perspectivas al conflicto

Las ofertas planteadas por la dirección de la empresa ferroviaria francesa, SNCF, a los sindicatos representados han mejorado las perspectivas para una salida al conflicto en el transporte que hoy cumplió su octava jornada de paro.

Después de días de contactos telefónicos la negociación formal comenzó hoy y, fiel a sus palabras previas de que no sería "tacaña", la presidenta de la SNCF, Anne-Marie Idrac, puso sobre la mesa una serie de mejoras puntuales para hacer pasar la reforma del modelo de acceso a la pensión planteada por el Gobierno conservador.

Idrac ofreció que algunas primas sean aceptadas en el cálculo de la pensión y mejoras en la antigüedad o la penosidad del trabajo, que los sindicalistas acogieron favorablemente.

Son compromisos que las partes desarrollarán en próximos encuentros, pero que ya hoy tuvieron efecto.

Dos centrales minoritarias aceptaron inmediatamente recomendar a sus afiliados el final de la huelga, pero todavía quedan cuatro sindicatos movilizados, que en conjunto suman el 76 por ciento de la plantilla.

Todos miran al principal sindicato, la CGT, cuyo líder en el sector ferroviario, Didier Le Reste, admitió tras la reunión que habían "marcado los primeros puntos" y subrayó el "espíritu constructivo" general, en lo que coincidió con otros sindicalistas.

Sin embargo, esas cuatro centrales eludieron desconvocar la huelga y aseguraron que trasladarán la información a las asambleas de empleados para que a lo largo de mañana jueves decidan si vuelven o no al trabajo.

Algunas asambleas ya optaron hoy por reanudar la actividad laboral, lo que permite augurar que en el transporte ferroviario habrá mejores cifras de funcionamiento mañana.

En el caso de la red de transporte urbano de París la situación no ha avanzado tanto y para el jueves la previsión de funcionamiento es de un tercio del servicio normal.