Este artículo se publicó hace 12 años.
Un oficial de los rebeldes sirios pide una intervención militar contra Al Asad
El oficial del Ejército Libre Sirio (ELS) Arafa al Hamud considera que si no hay una intervención militar en Siria contra el régimen del presidente Bachar al Asad "diariamente van morir cientos de personas".
"Yo pido una intervención militar, porque sin intervención militar todos los días van a morir cientos de personas. Los países árabes no tienen capacidad para intervenir militarmente. Queremos una intervención extranjera", dijo en una entrevista a Efe Al Hamud, representante del comandante en jefe del ELS, Riad al Asad.
Al Hamud, que se encuentra en Túnez con motivo de la reunión de países "Amigos de Siria", que se celebró ayer para avanzar hacia el fin de la violencia y la democratización, insistió, no obstante, en que el ELS es contrario a cualquier presencia extranjera en territorio sirio.
"Queremos ataques específicos contra centros de fuerza del régimen, después nosotros continuaremos", dijo el oficial del Ejército Libre, que hizo hincapié en que si consiguieran armas podrían "liberar todo el territorio sirio de este régimen".
Vestido de civil y con un rostro en el parece que quepan muchas sonrisas, Al Hamud volvió a subrayar: "Necesitamos armas y cobertura aérea".
Sin embargo dice que muy pocos países están, de momento, dispuestos a prestar esa ayuda militar y que con la ayuda económica tampoco tienen dónde comprar armas.
"No nos ha llegado ninguna ayuda de ningún país" sentencia tajante al ser preguntado sobre la existencia de ayuda militar por parte de algunos países árabes al Ejército Libre, cuyo número de integrantes Al Hamud no desvela "por razones de seguridad".
Debido a esta falta de armas, el oficial del ELS sostiene que hay un total desequilibrio de fuerzas entre ellos y el Ejército del régimen.
"Nosotros tenemos armas individuales y el régimen tiene tanques y aviones", dice antes explicar que esta desproporción les impide controlar de "manera total" cualquier punto del país.
"Hay muchas zonas que controlamos, pero no podemos controlar de manera total ningún punto de Siria porque el armamento es descompensado", agrega.
El ELS, tal y como cuenta el oficial, está formado por desertores de las Fuerzas Armadas sirias.
"Todos los miembros del Ejército Libre Sirio estaban en el Ejército Árabe Sirio, pero cuando este Ejército se convirtió en la expresión de una banda en manos del régimen para matar a la gente lo abandonaron y se unieron al Ejército Libre", declara pausadamente.
Junto a Al Hamud, otro oficial del ELS que lo acompaña, Mohamed al Ali, puntualiza que el ELS "no tiene aspiraciones políticas".
"Sólo queremos elecciones y que la gente elija lo que quiera", agrega Al Ali, antes de añadir que no son el grupo armado de ninguno de los grupos políticos, sino que defienden a todo el pueblo.
Sobre la reunión de "Amigos de Siria", Al Hamud, que comentó que no había participado por creer que el momento no era el adecuado, dijo que había sido "un éxito".
"El Ejérctito Libre considera esta reunión un éxito por dos razones", declaró antes de explicar que en ella se ha conseguido que todos los participantes "hayan reconocido al Consejo Nacional Sirio (principal plataforma de la oposición) como representante legitimo del pueblo libio".
Para Al Hamud, esto es positivo porque considera que el CNS es el frente político de la revolución.
Asimismo, se mostró positivo sobre la intención mostrada por "varias partes" de crear un fondo de apoyo que "tendría un reflejo en la revolución y en ayudas humanitarias y logísticas para proteger a la gente".
No obstante, más allá de estos dos aspectos, Al Hamudi reprochó el hecho de que el comunicado final y su estilo no estuvieran a la altura de los acontecimientos.
"El nivel de violencia que lleva a cabo el régimen contra nuestro pueblo es más fuerte que este comunicado", dijo después de alabar los discursos de Libia y Arabia Saudí, cuyo ministro de Exteriores abandonó la reunión tras asegurar que era momento de tomar acciones y dejarse de palabras.
Los "Amigos de Siria", que consensuaron un fuerte rechazo contra Al Asad, no acordaron ninguna medida urgente para poner fin al conflicto en Siria que desde el pasado marzo se ha cobrado la vida de más de 5.000 personas según la ONU (más de 8.500 según grupos opositores).
Por Jorge Fuentelsaz
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