Público
Público

Oliart abre otro frente al Gobierno de Zapatero

Rajoy, que pactó el nombramiento con Zapatero, minimiza la importancia de la dimisión. PSOE y PP ven improbable el consenso en víspera de elecciones

G. LÓPEZ ALBA / M. J. GÜEMES

'El problema es para nosotros', reconocen sin ambages fuentes gubernamentales y socialistas. La dimisión 'irrevocable' y con 'efecto inmediato' de Alberto Oliart como presidente de la Corporación RTVE, que se consumó ayer, ha abierto una nueva grieta en el maltrecho casco de la nave socialista, acentuando la sensación de fin de ciclo.

Oliart llevaba advirtiendo desde 2010 de que no aguantaría hasta las próximas elecciones generales, pero, de tanto repetirlos, sus avisos se acabaron recibiendo como un remake de Pedro y el lobo. Y, así, su marcha ha cogido a contrapié al Gobierno y a la dirección del PSOE, que ven cómo RTVE amplía la lista de instituciones en situación de precariedad y provisionalidad en la que ya estaban el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y el propio Consejo de Administración de RTVE seis de sus 12 consejeros tendrían que haberse renovado en septiembre.

La Abogacía del Estado informará de si es viable una solución provisional

Ante el vacío de poder provocado por la marcha de Oliart, tanto en el Gobierno como en el PSOE sólo se atisban dos soluciones: que José Luis Rodríguez Zapatero (o Alfredo Pérez Rubalcaba) descuelgue el teléfono para acordar con Mariano Rajoy un nuevo presidente de consenso o la designación de un sustituto provisional de entre los miembros del Consejo de Administración o de la estructura directiva de la Corporación. Y, de las dos alternativas, era en la fórmula transitoria en la que se trabajaba ayer.

La posibilidad de un acuerdo entre Zapatero y Rajoy similar al que permitió la elección de Luis Fernández, primero, y de Alberto Oliart, tras la dimisión de aquel, era prácticamente descartada ayer desde los dos partidos, sin cuyo entendimiento resulta imposible alcanzar la mayoría de dos tercios del Congreso necesaria para la elección del presidente de la Corporación.

Los socialistas aseguraban que lo intentarán, pero creen que, en vísperas de las próximas elecciones generales y con el PP convencido de su victoria, el principal partido de la oposición no tiene ningún interés en el acuerdo. Opinan que, por tanto, seguirá una estrategia similar a la que ha aplicado en relación con la renovación de otros organismos, singularmente el Tribunal Constitucional. A saber: 'Favorecer la provisionalidad, cuestionar cualquier solución que se dé a la situación, culpar de todo a la incapacidad del Gobierno y esperar hasta que tengan una representación más amplia en el Congreso'. Esta impresión se ve reforzada por el dato de que el mandato del presidente de RTVE es por seis años, con independencia del momento en el que sea elegido.

Un consejero o un directivo podrían asumir el cargo de forma interina

Rajoy, a quien Oliart comunicó ayer personalmente su decisión -también lo hizo al presidente del Gobierno, al presidente del Congreso y al rey-, se tomó la dimisión del presidente de RTVE con calma. El líder de la oposición compareció ante los medios de comunicación como telonero del pacto que ha sellado su formación con el PAR para gobernar en Aragón. Como tal, dio la palabra a los protagonistas y evitó así someterse a las preguntas de los periodistas. Sólo después de la rueda de prensa, los suyos explicaron que no había hablado con Zapatero sobre la renuncia de Oliart. 'Cosas más difíciles hay', decían fuentes del PP minimizando el asunto. Era la hora de la comida. Unas horas después, sus colaboradores aseguraban que se mantiene 'a la espera', pero reconocían que ven complicado reeditar el consenso de los dos nombramientos anteriores y se inclinaban por la solución provisional.

Para determinar cuál de las posibles fórmulas de transición tiene mejor encaje y amparo legal, el Consejo de Administración solicitó ayer un informe de la Abogacía del Estado. La ley que parlamentarizó el nombramiento no prevé la solución a una situación como la creada, pero los Estatutos sociales del Consejo de Administración sí ofrecen algunas posibles salidas.

El convergente Silva se deja querer como alternativa al socialista Sacaluga

Una de estas salidas sería la elección por el Consejo, que adopta todas sus decisiones por mayoría simple, de uno de sus 11 miembros para que asumiera de forma interina la presidencia de la Corporación, hasta que el Parlamento eligiera al sustituto de Oliart.

La apuesta del PSOE para este caso sería Miguel Ángel Sacaluga, estrechamente vinculado a Alfredo Pérez Rubalcaba, pero esta circunstancia, unida a la composición del Consejo cuatro vocales del PP, dos del PSOE y uno de ERC, CiU, IU, CCOO y UGT hace pensar a los propios socialistas que tiene unas posibilidades limitadas de prosperar, aunque podría sumar los votos necesarios si el PSOE llegara a un acuerdo con los sindicatos, IU y ERC.

En esta coyuntura, ayer empezó a circular también el nombre del consejero de CiU, Manuel Silva, uno de los seis que ya tiene su mandato caducado, lo que facilitaría un acuerdo para su relevo tras las elecciones generales.

PSOE y PP se sienten defraudados con la gestión del exministro de UCD

El problema de esta solución es que 'desvirtuaría el modelo de elección parlamentaria' del presidente de RTVE, aunque ayer se comentaba con sorna que el único que cree en él es Zapatero. No obstan-te, el vicecoordinador del Comité Electoral del PSOE, Antonio Hernando, sostuvo en la Cadena Ser que defender 'el modelo de servicio público, en momentos como este, es muy importante'. 'Eso es lo que tendríamos que conservar los partidos, con independencia de nuestras diferencias: un modelo viable desde el punto de vista económico y muy independiente desde el punto de vista político', señaló.

Otra fórmula provisional es que la dirección ejecutiva o la gestión ordinaria recaigan provisionalmente en algún directivo, como el director corporativo, pero, al igual que en la hipótesis anterior, surgen dudas sobre su viabilidad legal y las competencias que tendría. Para resolverlas, se ha recabado el mencionado informe de la Abogacía del Estado, que el Consejo de Administración espera tener en su poder la semana próxima.

La dirección del PP se remitió también al informe de la Abogacía del Estado y a 'la solución que dé el Consejo de Administración' antes de hacer un pronunciamiento definitivo.

La dimisión de Oliart sacó a la luz el río subterráneo de los enfrentamientos entre el PSOE y el PP. Conservadores y socialistas se sienten defraudados con el exministro de UCD.

Fuentes socialistas destacaron que, más allá de los condicionantes familiares y personales alegados por el dimisionario, en su decisión ha influido la 'campaña de acoso y derribo' que el PP 'practicó desde el primer día, cuando descubrió que, cuanto más presionaban, mejor trato obtenían en RTVE'.

Para el PP, Oliart 'salió rana'. Según su portavoz en la Comisión de Control de RTVE, Ramón Moreno, lo ocurrido no ha sido 'por casualidad', sino la consecuencia normal de 'una deriva a la que Oliart ha llevado a RTVE'. 'Dimite acorralado por los escándalos y su mala gestión', afirmó Moreno, quien se quejó también del 'sesgo informativo', lo que le llevó a reclamar que el director de Informativos, Fran Llorente, siga el mismo camino.

El 10 de noviembre de 2009, el periodista Luis Fernández, convocó al Consejo de RTVE para presentar su renuncia al cargo, que había asumido en enero de 2007. Un día después, se anunció que su sustituto sería Oliart. Zapatero y Rajoy habían intercambiado nombres, mientras Fernández seguía formalmente al mando para evitar el vacío de poder. A comienzos de octubre, trascendió abiertamente su decisión de renunciar -que aplazó hasta que se decidiera un sustituto- por discrepancias con el nuevo modelo de financiación de RTVE, aunque comunicó de forma reservada esta decisión al Ejecutivo antes del verano, facilitando así el tiempo necesario para pactar su relevo.  

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias